La participación de Cuba en futuras ediciones de la Cumbre de las Américas y la eventual despenalización del consumo de drogas serán los ejes centrales del debate de los presidentes en el encuentro hemisférico que se realizará en abril en la ciudad colombiana de Cartagena, temas en los que Estados Unidos jugará un rol protagónico.
La canciller del país anfitrión, la colombiana María Angela Holguín, aseguró ayer que la posible participación de Cuba en futuros encuentros hemisféricos será analizada con la anuencia de varios países, tras señalar que su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, manifestó su desacuerdo con que esa discusión se hiciera en privado.
El canciller cubano dijo en declaraciones al diario bogotano El Tiempo
que reprodujo la agencia DPA, que aunque se discuta en privado, "eso no
quiere decir que no se dé la discusión, que se va a dar de todas
maneras. Así lo han manifestado Venezuela, Argentina e inclusive Perú".
"Veo en la región que hay mucho interés por que Cuba participe en la
Cumbre de las Américas. Después de haber conversado con varios actores
en la región, sí hay interés por su inclusión", advirtió.
La participación de Cuba en el encuentro de Cartagena generó los últimos
días gestiones de alto nivel entre el presidente anfitrión, Juan Manuel
Santos, y los mandatarios de los países de la Alianza Bolivariana para
los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que amenazaron con boicotear la
cumbre si Estados Unidos hacía prevalecer su histórica postura de
excluir a los representantes de La Habana en la cita hemisférica.
Santos viajó especialmente esta semana a La Habana, donde se recupera el
presidente venezolano, Hugo Chávez, para contemporizar con el
mandatario cubano, Raúl Castro, la encrucijada en la que lo puso
Washington al negarse a que Cuba se presente en Cartagena, siendo el
anfitrión y, a la vez, el más estrecho socio de Estados Unidos en
Latinoamérica.
El mandatario colombiano se excusó ante su colega Raúl Castro de no
poder invitarlo ante la falta de consenso determinada por Estados
Unidos, situación que el cubano dijo comprender, no sin antes calificar
de "inaceptable e injustificable" la posición estadounidense.
Antes de la consulta protocolar de Santos a Raúl Castro, el
vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y la secretaria de Estado,
Hillary Clinton, entre otros representantes del gobierno estadounidense,
habían expresado su veto a la participación de Cuba, dejando al
mandatario colombiano en una situación incómoda.
El tema de la presencia de los cubanos en la Cumbre fue planteado el mes
pasado por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien ratificó ayer
que no irá a Cartagena sin Cuba.
Sin embargo, Holguín sostuvo hoy que Chávez le dijo a Santos en La
Habana que irá a la cumbre si su salud se lo permite y que la
participación del ALBA será discutida en el bloque.
No obstante, la canciller aseguró que Daniel Ortega, presidente de
Nicaragua, integrante del ALBA como Venezuela y Ecuador, ya confirmó su
asistencia a la cumbre.
En tanto, desde fuera del ALBA, la ausencia de Cuba repercutió en
Uruguay y en Perú, cuyos cancilleres, Luis Almagro y Rafael Roncagliolo,
rechazaron que no se invitara a La Habana.
"La exclusión de un país del hemisferio a una reunión que comprende a todos los países es inadmisible", dijo Almagro.
"Nosotros pensamos que la idea misma de una cumbre hemisférica se
contrapone con la idea de excluir un país", señaló Roncagliolo.
"Lo vamos a plantear en ese sentido cuando tengamos las oportunidad en
la cumbre", adelantó el ministro, quien manifestó en nombre del
presidente José Mujica el reconocimiento a los esfuerzos del gobierno
colombiano para realizar el encuentro, según reportó la agencia de
noticias AVN.
El otro gran tema de discusión será la propuesta de Guatemala de debatir
la conveniencia o no de despenalizar en la región el consumo de drogas
como una posible alternativa a la lucha contra el narcotráfico, debate
al que Estados Unidos, principal consumidor, se negaba a abordar.
Ayer, el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos Públicos de
Estados Unidos, Mike Hammer, anunció que su gobierno acepta discutir la
posible despenalización del consumo drogas con el objetivo de dejar en
claro que Washington considera que no es la manera de enfrentar al
narcortáfico.
Hammer agregó que aunque la política antidrogas estadounidense es
"clara", un grupo de intelectuales y ex mandatarios considera que "la
guerra contra las drogas ha fracasado" después de 40 años de creada por
el entonces presidente Richard Nixon.
"Me parece muy importante lo que se publicó hoy sobre la posición de
Estados Unidos de abrirse a discutir el tema de las drogas. Creo que eso
es algo que hay que valorar y encauzar de forma positiva para que esa
posición pueda aportarle al mundo una mejor solución, si es que la
encontramos, al terrible tema del narcotráfico", ponderó hoy Santos.
El mandatario destacó que aunque Estados Unidos se opone a la
legalización de la drogas, el tema está "sobre la mesa" por los países,
como Colombia, que están "consumidos por los carteles de la droga y el
crimen organizado".
Además del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, quien propuso la
discusión, los mandatarios de Costa Rica, Laura Chinchilla y de El
Salvador, Mauricio Funes, se manifestaron a favor de la despenalización
de la droga y a la posibilidad de abrir el debate.
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