La renuncia de Ramón Díaz, insultado por un sector de la hinchada de Independiente, y su fracaso en los primeros cuatro partidos del Clausura -perdió todos-, remite a otros casos. La mayoría de los "exitosos" tuvieron tropiezos. Algunos, muy seguido.
La renuncia de Ramón Díaz, insultado por un sector de la hinchada de Independiente, y su fracaso en los primeros cuatro partidos del Clausura -perdió todos-, remite a otros casos. La mayoría de los "exitosos" tuvieron tropiezos. Algunos, muy seguido.
Desde los míticos Helenio Herrera y Renato Cesarini, en los 60, una decena de célebres tuvo el apogeo y la caída. En el recuerdo se suceden Osvaldo Zubeldía, Juan Carlos Lorenzo, César Menotti, Angel Labruna, Carlos Bilardo, Carlos Timoteo Griguol y más cerca en el tiempo, Marcelo Bielsa y Claudio Borghi.
El popular "HH" (Helenio Herrera, argentino graduado en Francia en los
50) ganó fama con el Barcelona de España con un gran equipo donde
brillaba el "gallego" Luis Suárez y los goles los hacían los húngaros
Sandor Kocsis y Zoltan Czibor, con el legendario Antonio Ramallets en el
arco. En el Mundial de Chile 62 era DT de España.
Por una montaña de dinero decidió irse a Italia y triunfar con el Inter. En los 60 era el técnico número "1" de Europa.
Campeón
de Europa y de Interclubes. El equipo de Milán, antes, no ganaba y
todos los años gastaba fortunas en compras de futbolistas.
Helenio
pidió a Luis Suárez y con un sistema defensivo "catenaccio" ganó todo.
Más tarde quiso repetir con la Roma y le fue mal. A fines de los 60,
Herrera era millonario en dinero pero su fama se extinguía. Renunció muy
enfrentado a los dirigentes del club y con el periodismo.
Algo
similar le ocurrió a Renato Cesarini, ex futbolista de Chacarita y River
en la década del 30, luego delantero de Juventus y gestor de la venta
de Enrique Omar Sívori a la "Juve" en mayo del 57. En Italia era célebre
por "la zona Cesarini" -goles inolvidables en los últimos minutos de
varios partidos- pero decidió volver a la Argentina.
Renato ganó
con Juventus -el "Cabezón" Sívori la figura- pero cuando vino a River
entre 1965 y 66 el "millonario" sólo alcanzó el subcampeonato en tres
recordadas intervenciones.
River también quedó segundo en la Copa Libertadores cuando ganó Peñarol de Montevideo la final (20/5/66) en Santiago de Chile.
Cesarini se fue frustrado. "El partido lo perdí yo", fue su despiadada autocrítica porque River ganaba 2 a 0.
Por entonces, no estaba tan pendiente el debate entre "empíricos líricos" y "tácticos obsesivos".
Cesarini
era "la revolución" en el fútbol nuestro cuando mutó a dos delanteros
en mediocampistas ofensivos: Juan Carlos Sarnari y Jorge Raúl Solari.
River atacaba a veces hasta con seis (Cubilla, los Onega Daniel y
Ermindo y Oscar Mas). Por entonces, Zubeldía hacía punta con la
corriente de los "tácticos".
Por lesión del defensor Alberto "Nicha" Sáinz, en aquella final de Libertadores ubicó a otro delantero, Juan Carlos Lallana.
River quedó cortado con la entrada del zurdo atacante y Peñarol definió en el suplementario. Ganó 4-2.
Osvaldo
Zubeldía ganó todo con Estudiantes de La Plata (1968/70) No obstante en
Huracán estuvo poco. Volvió a ganar con San Lorenzo de Almagro
(Nacional 74) pero no duró mucho en Racing, 1976.
Juan Carlos Lorenzo, otro "obsesivo", se contraponía al fútbol "clásico". Aunque ganaba con Boca. Antes con San Lorenzo.
César
Menotti hilvanó un ciclo inolvidable en Huracán, 1972/74, luego DT de
la selección nacional (campeón Mundial 78) pero en dos décadas no
repitió. Después del Mundial de España 82 tuvo frustraciones. Entre
otros, Boca, River e Independiente.
Carlos Bilardo, discípulo de Zubeldía, ganó con Estudiantes en 1983/84. Luego con la selección nacional (Mundial México 86).
Pero no pudo con Boca 96.
Algo
parecido le ocurrió a Carlos Timoteo Griguol: produjo un ciclo
inolvidable con Ferro Carril Oeste, 1981/84, dos veces campeón con
futbolistas "no estrellas".
Cierto desgaste con la hinchada del
club de Caballito llevó a Griguol a intentar repetir en Gimnasia y
Esgrima La Plata. Sin embargo una derrota dolorosa ante Independiente,
invierno del 95 (torneo Clausura que ganó San Lorenzo) frustró al ex 5
de Atlanta y Rosario Central en los 60. No terminó bien.
Carlos
Bianchi ganó todo en Vélez entre 1993 y 96. Repitió todo en Boca
1998/2001 y 2003/2004. Pero en dos incursiones en Europa, el Virrey
fracasó. No le fue bien en la Roma (1997) ni tampoco en Atlético Madrid
(2005). En el primer intento duró cinco meses. Con el equipo
"colchonero" estuvo ocho partidos sin ganar.
Marcelo Bielsa, a
los 35 años, se consagró como técnico de Newell´s. Ganó dos títulos con
el equipo "rojinegro". En el 98 fue a Vélez, luego de Bianchi y Osvaldo
Piazza, y lo sacó campeón con la misma base. En la selección el popular
"Loco" tuvo buenas y malas. Vivió una gran frustración en el Mundial 02,
Japón-Corea.
Ramón Díaz no es ajeno a los vaivenes.
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