28/02/2013 - Un día como hoy pero de 1932

Moría Otto Sebastián Bemberg, notorio miembro de esa oligarca familia

Segundo y más notorio de la dinastía Bemberg, protagonista de sonados escándalos desde tiempos de Roca hasta su expropiación durante el gobierno peronista. Otto creó en 1928 la cerveza Quilmes. Al grupo Bemberg no le han faltado escándalos y acusaciones de explotación, evasión y negociados. Captó otras grandes cervecerías y destilerías la Schlau y la Palermo. A pesar de que le gobierno de Perón le puso freno a ese monopolio, la Revolución Libertadora se lo restituyó. En 2006, herederos de esa familia venden empresa a capitales brasileros. VIDEO con la película “Miss Mary”

EL GRUPO BEMBERG DESPUÉS DE LA ESPUMA

Por Guadi Calvo

El empresario Otto Peter Friedrich Bemberg, conocido en la Argentina como Otto Bemberg, nació en la ciudad alemana de Colonia, 1 de mayo de 1827 y moría en Paris, 29 de febrero de 1895. Fundaría “Casa Bemberg" un verdadero imperio económico que ha atravesado la historia argentina del todo el siglo XX y pareciera proyectase hacia el XXI.

Hijo de Pedro Bemberg Boullé y María Teresa Drügg, se estableció en nuestro país 1852, iniciándose como una consignataria de frutos, que con el tiempo de transformó en una gran compañía de finanzas, importación de tejidos y exportación de productos agropecuarios empresa en dedicada a la importación de tejidos y a la exportación de granos expandiéndose luego a otras áreas tras la alianza con la poderosa familia Ocampo, en explotaciones agrícolas, forestales y empresas de ingeniería, (lana, charque, cueros, sebos, semillas de lino y granos en general).

Su estrategia fue siempre la de estrechar vínculos con la oligarquía vernácula dueña de muchas tierras y pocas ideas.

A la vez que cumplida funciones en París como cónsul, en 1860, y funda la Brasserie Argentine Societé Anonyme, destilería Franco Argentina llamada posteriormente Cervecerías Quilmes. Junto a su hijo Otto Sebastián Bemberg que se había especializado en la fabricación de cerveza en la Universidad Técnica de Munich, en 1928 crean la casa argentina en la ciudad universitaria de París.

El 31 de octubre de 1890 comenzó la producción y la venta con la marca que rescataba la antigua denominación indígena del lugar donde había sido fundado el establecimiento; Quilmes una tribu que había sido obligada a abandonar Tucumán e instalarse en dicha localidad en la provincia de Buenos Aires.

Como todos los grandes emporios, al grupo Bemberg no le han faltado escándalos y acusaciones de explotación, evasión y negociados. Captó otras grandes cervecerías y destilerías la Schlau y la Palermo.

Con la asunción del peronismo, el grupo, comienza a tener serios problemas para continuar con sus metodologías y la evasión impositiva. Ya desde 1937 tenía una demanda por cobro de impuestos sucesorios, reclamados por el Consejo Nacional de Educación, aunque sus influencias detuvieron el juicio hasta la llegada de la revolución de 1943.

Más tarde la sanción del decreto 9.997 del año 1948, que retiró la personería jurídica al Grupo Bemberg por ocultamiento de patrimonio y por ley del Congreso de la Nación 14.122 del año 1952 se dispuso la liquidación judicial de las empresas y activos del comprendida en el Decreto 9997/48. Por el Decreto 7.365/53 se creó la Comisión Administradora de los bienes de la ley 14.122, con la figura de empresa del Estado.

Por el Decreto 13.937/53, se autorizaron las inversiones para la adquisición de las empresas del grupo.

El gobierno de Juan Perón, avalado por ley, entregó la rama cervecera del grupo para su explotación a los sindicatos del sector.

Poco antes del golpe de estado de 1955, el gobierno intentó crear grupos cooperativos con el sector forestal de la empresa Bemberg.

Con la dictadura iniciada en septiembre de 1955, se deja sin efecto lo actuado en lo que aquí se conocía como “caso Bemberg”,  que había sido encuadrado por el ordenamiento legal y constitucional legítimamente vigente hasta septiembre de 1955.

Ese mismo gobierno fue el que incorporó a la Argentina al Fondo Monetario Internacional y al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (actual Banco Mundial), envió la “misión” Verrier a procurar inversiones extranjeras. El “club de París”, puso como condición a la dictadura que el grupo fuera devuelto a sus “legítimos dueños”. El sistema represivo impidió a los obreros defender los derechos, obtenidos durante el gobierno peronista.

Un convenio firmado el 14 de enero de 1993 confirmó que los Bemberg habían pagado al fisco una suma cercana a los $ 60 millones, sobre un total de $ 97 millones establecidas en la multa fallada y confirmada en 1950.

En el año 2006, los herederos del grupo se deshicieron de gran parte de los bienes que la Revolución Libertadora les otorgó en 1956, con el consiguiente despojo de miles de obreros, vendiéndoselo a un mega grupo asentado en Brasil, que obedece a capitales europeos como la de los belga AmBev. (Télam)