Es notable el comportamiento de algunos padres cuando caminan con sus pequeños hijos /hijas por el microcentro de la Ciudad Histórica. Hay de todos buenos, simpáticos y descuidados . A estos últimos me voy a referir.
Muy bien vestidos mamás o papás e hijos caminan con alguna despreocupación por las peatonales, es hermoso verlos juntos.
Pero cuando el más
chiquito tropieza y se cae algunas de esas mamás lo levantan violentamente, con
gritos y retos por el golpe que sin
quererlo se pegó la criatura. Pareciera que ese acto involuntario de los
pequeñitos las ponen “sacadas”.
Personalmente pienso que están “enfermas” o son ignorantes en cuanto al natural
tratamiento de un niño que apenas camina. Obvio que los papás también
reaccionan igual o con mayor enojo.
Hay una violencia desconcertante en esa personas que son madres y padres que no
le hacen bien al quiénes llevan a su lado. También los insultan y amenazan a
sus queridos bajitos cuando estos cometen una travesura o quieren cruzar la
calle descuidadamente.
Enseñar con paciencia, no gritarles, pegarles e insultar a los hijos (sobre
todo a esos tan pequeños que todavía no aprendieron a dimensionar el peligro y
confían en los mayores) no es de buenos padres. Cada vez que se caen o tropiezan
es culpa (perdón) de los mayores que los acompañan.
No descarguen bronca y frustraciones en sus hijoPero cuando el más chiquito tropieza y se cae algunas de esas mamás lo levantan violentamente, con gritos y retos por el golpe que sin quererlo se pegó la criatura. Pareciera que ese acto involuntario de los pequeñitos las ponen “sacadas”.
Personalmente pienso que están “enfermas” o son ignorantes en cuanto al natural
tratamiento de un niño que apenas camina. Obvio que los papás también
reaccionan igual o con mayor enojo.
Hay una violencia desconcertante en esa personas que son madres y padres que no
le hacen bien al quiénes llevan a su lado. También los insultan y amenazan a
sus queridos bajitos cuando estos cometen una travesura o quieren cruzar la
calle descuidadamente.
Enseñar con paciencia, no gritarles, pegarles e insultar a los hijos (sobre
todo a esos tan pequeños que todavía no aprendieron a dimensionar el peligro y
confían en los mayores) no es de buenos padres. Cada vez que se caen o tropiezan
es culpa (perdón) de los mayores que los acompañan.
No descarguen bronca
y frustraciones en sus hijos.
Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@gmail.com
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff