El cine latinoamericano será el punto de atracción en el decimoquinto Festival Internacional de Cine de Punta del Este, el principal balneario uruguayo, que busca extender la temporada de verano austral y acercar el séptimo arte a pequeñas localidades y barrios.
El festival, cuya primera edición se realizó en 1951 y sufrió luego varias interrupciones, se desarrollará entre el 10 y 18 de marzo en las salas Cantegrill y Libertador, en la Casa de la Cultura de Maldonado y en espacios itinerantes, con la exhibición de 40 películas de 15 países.
La programación contará con alrededor de 40 películas de más de 15 países con un fuerte acento en el cine de Latinoamérica. Habrá una Competencia Latinoamericana, un Panorama Iberoamericano y un Panorama Internacional, además de un Focus México como país invitado. Se trata de secciones en las que se incluyen largometrajes tanto de ficción como documentales.
Y, aunque la lista de películas e invitados no está todavía cerrada, ya se encuentran confirmados un número importante de títulos.
El premio (Paula Markovitch, 2011) es una coproducción entre México, Francia, Alemania y Polonia a pesar de que fue rodada en la costa atlántica argentina por una directora argentina y con un elenco argentino. Es una historia autobiográfica donde el destino de una familia y el retrato de la vida de una niña se enmarcan en la cruda y extrema realidad política de los años setenta en nuestro continente. Fue la ganadora del Oso de Plata en el pasado Festival de Berlin.
Aballay, el hombre sin miedo (Fernando Spiner, 2010), inspirada en un cuento del escritor argentino Antonio Di Benedetto, ha sido calificada de “western gaucho” y fue el envío de Argentina para los premios Oscar. Un drama desértico sobre la venganza y la redención que se centra en la vida de un gaucho salteador de diligencias, que decide expiar la culpa por un asesinato cometido ante los ojos de un niño, jurando no desmontarse nunca más de su caballo (en una referencia directa a San Simón el Estilita, figura que inspiró Simón del desierto de Luis Buñuel).
También argentina, pero con particular interés para el público uruguayo es el documental El Polonio, dirigido por Daiana Rosenfeld y Aníbal Garisto. Lejos del Cabo Polonio turístico y de moda, en el que muchos han intentado construirse su pequeño paraíso en miniatura, el film de Rosenfeld y Garisto retrata al pueblo en una clave diferente: la de aquellos que han construido otro tipo de refugio, un territorio lejano donde calmar penas, una cura para el alma o el lugar donde combatir empecinados fantasmas.
En la sección dedicada a México, asoman historias como la de Acorazado, de Álvaro Curiel, una comedia que parte de una idea en apariencia ingeniosa: un mexicano que quiere emigrar a los Estados Unidos pero que en lugar de saltar el muro o aventurarse por el desierto decide poner en práctica otra idea: subirse a una balsa y en cuanto llegue a Miami, hacerse pasar por cubano, lo que le garantizaría un asilo político inmediato.
En el otro extremo del espectro se sitúa Días de gracia, el primer largometraje de ficción de Everardo Gout. La película es un thriller que supo animar las sesiones de medianoche del último Festival de Cannes y que cuenta al menos con una rareza en su banda sonora: Scarlett Johansson cantando junto a Massive Attack un cover del clásico de jazz “Summertime”, de George Gershwin, interpretado originalmente por Janis Joplin y Nina Simone.
Por su parte, del prácticamente desconocido cine salvadoreño llega El cadáver exquisito, posiblemente uno de los títulos más experimentales y arriesgados que se incluyen en el festival. La película, tal como el famoso juego surrealista, intenta conjugar en un mismo film varias facetas convergentes de la mitología salvadoreña, como la lucha libre y el día de los muertos con el sexo y la prostitución, estableciendo una intrincada relación con filmaciones de historia reciente centradas en la guerra civil de 1980-1992.
Otro de los films arriesgados en su estética pero entrañable en su contenido es el más reciente documental de Eduardo Coutinho. As cançoes parte de una premisa sencilla: preguntarle a la gente qué canción brasileña es la más importante en sus vidas, animarlas a cantar un fragmento a capella y a contar la historia que las ha vuelto tan relevantes. Así Coutinho presenta 18 canciones y 18 historias de vida. Todos los entrevistados debían sentarse, solos, frente a la cámara, para contar su historia. Y por allí pasan las canciones de Roberto Carlos, Jorge Ben Jor, Chico Buarque y Noel Rosa, entre otros.
Y si de riesgos hablamos, de Cuba llega Chamaco, de Juan Carlos Cremata, una película extrema y sin presupuesto que es también oscura (en todos los sentidos). Un crudo y controversial relato sobre la pobreza, la corrupción y la prostitución masculina en Cuba, que, para agregar controversia sobre controversia, tuvo su première internacional en el Festival de Miami.
Esta edición del Festival incluirá otros dos films que se estrenaron en la pasada Berlinale: Las malas intenciones, coproducción entre Perú, Alemania y Argentina que se llevó el premio a la Mejor Película Latinoamericana del pasado Festival de Mar del Plata y que muestra el mundo a través de los ojos de Cayetana, una niña con un oscuro sentido del humor que tiene la certeza de que va a morir el día en que nazca su nuevo hermano. Y Medianeras, del argentino Gustavo Taretto, una historia de amor y… arquitectura, ésta última a veces tan errática como el primero, sobre todo si se observa, como ha hecho Taretto, el caos que ofrecen las paredes medianeras en los edificios de Buenos Aires. Un caos del que a veces nace la involuntaria belleza que retrata esta comedia romántica con agilidad e inteligencia.
El 15º Festival Internacional de Punta del Este apuesta a la amplitud de propuestas, tanto en cuanto a los géneros como a las temáticas, los estilos y procedencias, de modo de traer a las pantallas de Punta del Este y Maldonado, un panorama del cine iberoamericano e internacional actual que, conservando las calidades, se mueve con comodidad del cine de autor al cine industrial, de las producciones de alto presupuesto a aquellas realizadas con los medios más escasos, de cinematografías establecidas a aquellas emergentes. Es así como conviven una comedia experimental, como Querida, voy a buscar cigarrillos y vuelvo, la última película de los argentinos Gastón Duprat y Mauricio Cohn con Boleto al paraíso, del cubano Gerardo Chijona, un relato basado en el libro SIDA: confesiones a un médico, que se exhibió en el Festival de La Habana y en la sección World Cinema del Sundance, junto con producciones de cinematografías que corrientemente no llegan a nuestro país, como la guatemalteca (El regreso de Lencho, de Mario Rosales), la salvadoreña (El cadáver exquisito) o la costarricense (El regreso, de Hernán Jiménez).
En lo que refiere al panorama internacional, se presentarán films de España, Estados Unidos, Croacia, Bélgica, Italia, Japón, Dinamarca y Francia. Entre ellas destacamos La princesa de Montpensier (competidora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes del 2010), de Bertrand Tavernier, una historia de amor cortesano en el marco de la guerra entre católicos y protestantes del siglo XVI.
También, Intercambio de almas, de la franco-estadounidense Sophie Barthes, una película cercana por su estilo y temática a los films de Charlie Kaufman escrita en clave de comedia, en la cual se plantea como premisa una institución en la que la gente puede sacarse el alma por tiempo determinado, para no sentir nada y aliviarse de sus penas. La película –protagonizada por Paul Giamatti y Emily Watson– funciona como metáfora de la reciente hibridización entre el mundo new age y la medicación excesiva, que plantea en definitiva, la reducción de las sensaciones a través de antidepresivos y psicofármacos (así como también ciertas mafias, metaforizadas hilarantemente por el “tráfico de almas” entre Estados Unidos y Rusia).
Además, el excelente documental danés La buena vida (Eva Mulvad, 2010), ganador del prestigioso festival de Karlovy Vary. Retrata la vida de una madre y su hija que, acostumbradas a los lujos de la aristocracia, nunca trabajaron en su vida. Sin embargo, encontrándose ya en la tercera edad, completamente en quiebra tienen que buscar una nueva manera de ganarse el sustento. La forma íntima en que son retratadas estas mujeres, que se acompaña con el marco del gigantesco palacio portugués venido a menos en donde residen y muchas filmaciones de época, recuerda a la película de culto Grey Gardens(Albert y David Maysles, 1975).
De Uruguay, se exhibirán las ganadoras del Work in progress de la pasada edición, ya finalizadas con la ayuda del premio: Las flores de mi familia de Juan Ignacio Fernández y Hospi de Fernando Castelli. Además, el film Amor Robot de Nicolás Branca, entre otras que anunciaremos oportunamente.
Y para la función de clausura del festival, que se realizará el sábado 17 de marzo en la Sala Cantegril, se realizará la exhibición en calidad de premiere latinoamericana de la La demora, el tercer largo del uruguayo radicado en México Rodrigo Plá y la primera película que el director ha rodado en Uruguay. El film tiene a la actriz uruguaya Roxana Blanco en el rol protagónico ytrata sobre la vida rutinaria de una madre de tres hijos que debe tomar la decisión de internar o no a su padre en un asilo de ancianos.
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