El mandatario paraguayo Fernando Lugo afirmó este jueves que existen las 30.000 hectáreas que el Gobierno puso a disposición para los denominados carperos apostados en la zona de Ñacunday, localidad distante a 370 km al este de Asunción.
“No existen libres, existen, pero ocupadas y pueden existir más que 30 mil hectáreas”, manifestó el Jefe de Estado luego del acto de inauguración de la planta de tratamiento realizado en la Essap.
Señaló que los ocupantes de manera irregular tienen que demostrar sus títulos. “Y los que no fueron adjudicados institucionalmente y legalmente por el INDERT, pertenecen al Estado paraguayo”, aseguró.
Sostuvo que el Estado paraguayo tiene el derecho de retomar las mencionadas tierras y redistribuir a los que legítimamente necesitan y son sujetos a la reforma agraria.
Seguidamente mencionó que el Gobierno está trabajando en una hoja de ruta, “hay tierras que no fueron solicitadas, adjudicadas, pero que fueron ocupadas”, indicó.
“Yo creo que por la paz en el país la única solución es garantizar el proceso y garantizar que las instituciones tienen que darse dentro del marco jurídico. Ese marco jurídico tiene que garantizar una salida jurídica a este conflicto social”, manifestó el presidente Lugo.
Recordó que hace 40 años se ocuparon tierras y se adjudicaron a personas que no fueron sujetas a la reforma agraria. “Si se hubiera hecho bien no tendríamos este problema, pero tenemos este problema y estamos aportando con serenidad, con franqueza y también con fuerza porque queremos esta paz social para todos los que habitan por el país y los que apostaron por este país”, añadió.
Caso Favero
Al ser consultado si dentro de las tierras que indica fueron
ocupadas, se encuentran las propiedades del productor sojero Tranquilo
Favero, respondió probablemente. “Hubo una conversación entre Favero y
el ministro de la SEAM, estuve hablando esta tarde con el ministro de la
SEAM, en donde el Parque Nacional Ñacunday hay 200 y 400 hectáreas que
hoy es sojal. No quiero poner la mano en el fuego, ni por el ministro de
la SEAM, porque eso deben de demostrar in situ”, manifestó.
Expresó que no se debe tener miedo en descubrir la verdad a quién pertenecen las tierras ocupadas. “Si es de Favero, excelente, felicidades Favero y por ser un gran productor. Y si no es de Favero, devuelva al estado lo que es del estado y lo que ocupó ilegalmente”, afirmó.
En el caso del dirigente carpero Victoriano López, mencionó que se trata de una persona que fue adjudicado con tierras en 1992, en el asentamiento denominado Italiano Cué. “Eso lo podemos demostrar con documentos y con registros en el INDERT.
Pero que él capitalice una inquietud ciudadana también dentro del marco del ejercicio de un liderazgo social también está bien”, apuntó.
Aseveró no creer en las radicalizaciones, donde uno tiene la verdad absoluta, en referencia al dirigente carpero, quién manifestó que no abandonará las tierras ocupadas en Ñacunday.
“Todos tienen algo de verdad, tenemos que buscar juntos la verdad para devolver a la ciudadanía, a los carperos, a los sin tierras, a los productores, a los que quieres apostar por el país, a los inversores de este país, que este país es un país creíble y capaz de seguir recibiendo inversores”, acotó.
Finalmente señaló que el Gobierno no se desacata la Ley del desalojo en Ñacunday, sino que tiene por filosofía de evitar la violencia. “Este presidente va a agotar hasta el último segundo para que el desalojo se realice de manera pacífica, para que nadie después pueda lamentar hechos de violencia que no nos ayuda a nadie”, significó.
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