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AMPLIAREspecialistas en minería defendieron el desarrollo de esa actividad en el país y minimizaron su impacto en el medio ambiente

Especialistas defendieron la explotación minera

Especialistas en minería defendieron ayer el desarrollo de esa actividad en el país y minimizaron su impacto en el medio ambiente y en la salud pública, en un debate organizado por la titular del Senado, Beatriz Rojkés de Alperovich.

 Del encuentro, que se realizó en el Salón Eva Perón del Senado, participaron, entre otros, el secretario del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas, Mario Capello; el director del Departamento de Investigaciones de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI), Diego Fridman; y Héctor Laplace, miembro de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA). 

"El debate apunta a establecer bases científicas sobre el impacto de la minería", expresó Rojkés de Alperovich, al abrir la reunión, que será parte de una serie de encuentros, diagramados en respuesta al pedido de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que se motorice una discusión "seria" sobre el tema. 

"La minería no compromete al agua ni a sus valores naturales porque no necesita del uso de agua potable y tampoco hay posibilidad de contaminación por cianuro en la actividad minera", declaró Capello, en el inicio del debate. 

El ingeniero, además, puso como ejemplo la "buena convivencia" en Chile y en Estados Unidos de la producción minera y la agricultura y advirtió que "el 90 por ciento de todos los metales que se consumen provienen de la minería a cielo abierto". 

También negó que se liberen "gases con efecto invernadero" en las explosiones utilizadas en la actividad y juzgó como "disparates" algunas denuncias públicas sobre el impacto de la minería en la salud, y lamentó el "lógico miedo que provocan en la gente". 

Por su parte, el médico Fridman dio detalles de un estudio realizado por Funcei en Catamarca para conocer el impacto real en la región de la minera La Alumbrera, la más grande a cielo abierto en Latinoamérica para la extracción de cobre y oro. 

La investigación -que duró 9 meses en 2010- estuvo compuesta por un trabajo de campo en los yacimientos de Belén, Santa María y Andalgalá, donde además de recabar información de médicos y pobladores se analizó el agua de los ríos y arroyos de la zona, utilizada por La Alumbrera, con la idea de "diferenciar mitos y verdades sobre la salud y el impacto en la región". 

En base a ese estudio, se estableció que "no hubo incrementos en la tasa de cáncer" de las personas, en comparación con las registradas en el plano nacional o local, y opinó que "decir que hubo un aumento del 800 por ciento de los casos de cáncer en la región no tiene ningún sustento científico". 

 A su turno, Laplace hizo foco en la situación de los "miles de trabajadores" que se dedican y dependen de esa actividad; en tanto que el geólogo Luis Gallino pidió encarar "una discusión seria, dejar de lado los mitos y entender que la minería es una fuente de gran desarrollo para las economías regionales". 

El titular del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de San Martín planteó que la minería "es imprescindible para la vida" y, a modo de ejemplo, advirtió que "todo lo que hay en este edificio del Senado depende de la minería", por lo que consideró oportuno "no desaprovechar" la demanda actual en el mundo del cobre, el litio y el oro. 

A la hora de las disertaciones de los senadores, el radical Mario Ciamadevilla juzgó necesario replantear las "condiciones legales" de la actividad y el "compromiso de inversión de las empresas para saber cuánto de los recursos que se extraen dejan un beneficio para el país". 

El catamarqueño Oscar Castillo, por su parte, pidió revisar la ley de actividad minera y "rediscutir todo", en especial los puntos que establecen que por el término de 30 años los emprendimientos mineros gozan de "estabilidad fiscal, que alcanza a todos los tributos". (Télam)