Su verdadero nombre era Eunice Kathleen Waymon, cantante, compositora y pianista de jazz, blues, rhythm and blues y soul. Su voz, con rango propio de una alto, se caracterizaba por su pasión, su breathiness (voz jadeante, sofocada, sin aliento) y su trémolo. La influencia de Duke Ellington es patente en toda su obra de Nina. Logra la complicidad del oyente con un empleo intencional de los silencios y minimizando el acompañamiento. Gran luchadora por los derechos civiles de las personas de ascendencia africana, Simone dejó Estados Unidos en 1969, tras el asesinato de Martin Luther King, hastiada de la segregación racial contra los afroamericanos. VIDEO
(Nombre artístico de Eunice Kathleen Waymon; Tryon, Carolina del Norte, 1933 - Carry-le-Rouet, Francia, 2003) Cantante y pianista estadounidense, considerada una de las grandes voces del siglo XX. Nina era la sexta de una familia de ocho hermanos, descendiente principalmente de esclavos africanos, aunque entre sus ancestros también hubo sangre irlandesa e india.
Su padre, John Divine Waymon, se dedicó durante un tiempo al mundo del espectáculo: cantaba, bailaba y tocaba la harmónica, aunque cuando su familia empezó a ser numerosa, trabajó en una tintorería y como barbero para salir adelante. La madre, Mary Kate, tocó el piano para él en alguna ocasión, aunque luego se hizo ministra de la Iglesia metodista y rechazó todo lo que no fueran espirituales religiosos.
Nina Simone
Simone creció, pues, rodeada de música. En su hogar, todos los hermanos cantaban y tocaban algún instrumento, sin tomar clases ni tener siquiera conciencia de haber aprendido. Cuenta en su autobiografía que su primer recuerdo de la infancia es su madre cantando gospel, y que empezó a tocar el órgano que había en la casa tan pronto como creció lo suficiente como para sentarse en el banco y llegar al teclado. Nadie se dio cuenta hasta que un día su madre la vio tocando una de sus canciones favoritas: aún no había cumplido tres años.
En 1939 tomó sus primeras clases formales de piano, y a los diez años dio su primer recital, en la librería local. Fue también su primera toma de contacto con el racismo: durante el mismo, sus padres fueron desalojados de la primera fila para acomodar a blancos. Esa experiencia del Sur segregado fue traumática para la pequeña Eunice. Más tarde declaró que fue el punto de partida de su compromiso en la lucha por los derechos civiles.
Con ayuda financiera de aficionados locales, en 1950 continuó sus estudios de piano clásico en Nueva York. Posteriormente, su familia se mudó a Filadelfia, donde fue rechazada en una escuela de música. En 1954 apareció una oportunidad de trabajo en un bar de Atlantic City (localidad de Nueva Jersey que es algo así como el Las Vegas de la costa Este). El problema era que el dueño quería que cantara, mientras que Eunice tan sólo se presentaba como pianista. Ella improvisó una versión de I loves you Porgy, de George Gershwin, con su característico timbre grave, y obtuvo el puesto.
Primeros contratos discográficos
Fue en Atlantic City donde adoptó el nombre artístico que la daría a conocer mundialmente, tomado de la actriz francesa Simone Signoret. Empezó a darse a conocer y, tras actuar en varios clubes de Filadelfia, logró un contrato discográfico con Bethlehem Records, en 1957.
Al año siguiente publicó su primer disco, Jazz as played in an exclusive side street club (también conocido como Little girl blue). Fue un éxito inmediato, y el sencillo escogido, I loves you Porgy, vendió un millón de ejemplares en Estados Unidos en el verano de 1959. Curiosamente, jamás volvería a colocar otra canción en el Top-40 de Estados Unidos, lo cual no le impidió forjarse una audiencia fiel.
A continuación, Simone firmó un contrato con la poderosa Colpix (Columbia Pictures Records), con la que publicó diez discos en cinco años (seis en estudio y cuatro en directo), y varias canciones para bandas sonoras de películas de Columbia; entre ellas: Wild is the wind, Sayonara y Samson and Delilah. En 1961 contrajo matrimonio con Andy Stroud, detective de Nueva York que se convertiría en su mánager, y que aparecería como compositor en los créditos de varias canciones. Ambos tuvieron una hija, Lisa Celeste, en 1962.
Fue llamada la Suma Sacerdotisa del Soul
En 1964 firmó otro contrato, esta vez con Philips, discográfica con la que publicó siete discos en tres años. De ese período destaca su clásico Don’t let be me, su versión de I put a spell on you, de Screaming Jay Hawkins, y su primera canción de protesta: Mississippi goddam! (‘¡Mississippi, maldita sea!’), furioso alegato contra varios estados del sur de Estados Unidos, inscrito en la lucha por los derechos civiles de los negros. Por entonces se la empezó a conocer como la Suma Sacerdotisa del Soul.
Entre 1966 y 1974 produjo, para la compañía RCA, algunos de sus mayores éxitos, como las versiones de To love somebody (Bee Gees) y Ain’t got no/I got life, del musical Hair. Otro de sus clásicos, To be young, gifted and black, estaba inspirado por una pieza de teatro de su amiga Lorraine Hansberry, y fue grabado por Aretha Franklin en 1972.
En 1969 decidió dejar de vivir en Estados Unidos, asqueada por el racismo de la sociedad estadounidense. Por esa época se separó de Stroud. Nina pasó a convertirse en su propia mánager, y a trabajar con su hermano Sam Waymon. Residió en Liberia cuatro años, y también en Barbados, Suiza, los Países Bajos, Trinidad y Gran Bretaña. Declaró en alguna ocasión que le gustaría morir en África, aunque finalmente eligió establecerse en Francia, con cuya cultura siempre se sintió ligada sentimentalmente: entre sus clásicos se encuentra una versión de Ne me quitte pas, de Jacques Brel.
Una canción: My baby just cares for me
En 1978 fue brevemente arrestada por no declarar impuestos entre 1971 y 1973, en protesta por la guerra de Vietnam. Ese año publicó Baltimore y en 1982 Fodder on my wings, disco basado en su autoimpuesto «exilio», para un sello discográfico suizo. Cuando parecía destinada a convertirse en una vieja gloria sólo recordada por nostálgicos, un espectacular rebrote de fama le llegó de forma inesperada en 1987. My baby just cares for me, una vieja canción que aparecía en su primer disco, publicado hacía ya treinta años, se convirtió en el tema escogido para una campaña de publicidad del perfume Chanel Nº 5 para la televisión británica. Alcanzó el quinto puesto en las listas de ventas de Gran Bretaña.
El éxito en toda Europa la devolvió a la luz pública, y se prodigó en colaboraciones con artistas como Pete Townsend, Maria Bethânia o Miriam Makeba. En 1992 apareció su música en la película Point of no return, inspirada en su propia vida. Ese año publicó su autobiografía, titulada I put a spell on you, que fue inmediatamente traducida al francés, el alemán y el holandés. En 1993, año en que se instaló definitivamente en el sur de Francia, publicó su último álbum en estudio, A single woman, que contenía otro clásico de la canción francesa, Il n’y pas d’amour heureux.
Su actitud rebelde la acompañó siempre: incluso durante sus últimos años, su nombre apareció en varias ocasiones mezclado en reyertas de vecindario. Nunca se retiró del todo: en 1998 fue una de las invitadas de honor en la fiesta del 80° aniversario de Nelson Mandela. En 1999, tras recibir un premio por toda su carrera, cantó unos duetos con su hija Lisa Celeste en el Guinness Blues Festival de Dublín.
Su última gira internacional data de 2000, año en que recibió numerosos reconocimientos a su carrera. Nina Simone falleció el 21 de abril del 2003 en su casa de Carry-le-Rouet, en el sur de Francia. Se anunció que su muerte fue por causas naturales y que llevaba tiempo sufriendo achaques, aunque no trascendieron más detalles.
Caracterizada por su compromiso contra el racismo, bajo el lema de Black is the colour (Negro es el color), su temática está totalmente enraizada en las tradiciones afroamericanas. Un repertorio tan amplio como el suyo, que comprende desde canciones melódicas, blues, cantos espirituales y gospel hasta temas tomados del folclore africano, hizo de ella una artista difícil de clasificar, y de hecho su biografía aparece en compilaciones de literatura sobre jazz, rock, pop y soul. Como ha dicho algún crítico, ella fue todo eso y nada: un espíritu independiente y temperamental, único e inigualable.
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