AMPLIARCharla y fila

14/02/2012 - San Miguel de Tucumán

Historias cotidianas: charla en la fila de un banco

Quizás los años me fueron llevando a ser más intolerante o a aburrirme en algunas conversaciones ya sean entre amigos, parientes o desconocidos. Lo que si no puedo negar que muchos colegas (seres humanos) tienen una predisposición para entablar charlas con cualquiera en cualquier lugar.

Ayer me pasó en la fila de un banco (con un nombre macro pero  con un trato micro). Delante  mío había 57 (las conté) personas y todos con caras de fastidio. El clima pesado, la temperatura (de 3 splits) agradable..

La señora que estaba antes que yo me dijo con un tono autoritario casi- “ Cuideme el lugar yo me voy a sentar un rato”-, y así lo hizo sin darme tiempo a responder.

-“ ¡Que viva!, así cualquiera hace cola”-,  gritó casi una elegante (en su vestimenta) mujer que estaba detrás mìo. -“Y usted no debió permitirle”- , agregó con tono de reto.

Cuando quise contestarle me atacó con una pregunta -“¿Hace mucho que está?-. Al intentar responderle señaló - “ Yo llevo casi 40 minutos parada y no doy más y a usted se lo ve tranquilo”-, se contestó.

La miré con ganas de hacerle un mimo verbal pero volvió al ataque -“ Esa es más joven que yo y mírela como descansa ahí sentada , mientras usted le cuida el lugar. Es medio tontito usted, ¿no?”-. Otra vez intenté responder y de nuevo otra pregunta -“¿ Ya salió de vacaciones?-, porque yo no veo las horas de irme”

Quise hablar y de nuevo me tapó con su voz, pero esta vez en un tono más agradable y sonriendo -“ Mi marido y mis hijas ya están en Mar del Plata . Yo viajo el sábado porque comienzo mis vacaciones el lunes”-, me contó.

Ya cerca de las cajas volvió  la “viva” a su lugar no sin antes decirme con la mirada “Permiso, que estoy antes que usted”.

Estuve unos 50 minutos en el lugar rodeado de personas y lo que único que pude decir fue “Buen día” al cajero, que además ni me contestó

Que tiempos estos. Tuve “conversaciones” con dos mujeres y un varón y solo pude hablar dos palabras.

Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@gmail.com