29/01/2012 - En el primer mundo
La bomba de tiempo del desempleo juvenil
Davos está acostumbrado a las bravuconadas de los líderes políticos. Sin embargo, cuando jefes de compañías de todo el mundo acostumbrados a hablar en voz baja advierten "no de una crisis, sino de un desastre", cuando comienzan a llamar algo "un cáncer en la sociedad", uno sabe que tenemos un problema.
El mundo, dicen, está "sentado sobre una bomba de tiempo social y económica". El mundo está plagado de desempleo juvenil.
Los números son duros. En algunos países del mundo árabe hasta el 90%
de los jóvenes en edades comprendidas entre los 16 y 24 años está
desempleado. En EE.UU. el desempleo juvenil llega a 23%, en España al
casi 50% y en el Reino Unido al 22%.
En todo el mundo hay 200 millones de
desempleados. 75 millones tienen edades entre los 16 y 24 años, y cada
año cerca de 40 millones de jóvenes están listos para entrar al mercado
laboral.
Preocupación gerencial
Los líderes empresariales reunidos en el Foro
Económico Mundial saben que las cifras son importantes: los jóvenes que
estuvieron desempleados por mucho tiempo ganaran menos dinero durante
toda su vida.
Tendrán menos probabilidades de ser empleados.
No tendrán las habilidades que las empresas necesitan. Es más probable
que tengan problemas de salud a largo plazo. Y la situación puede
degenerar en descontento social.
Hay un término para eso: la generación perdida. O
como dice un profesor de una escuela de negocios "El desempleo es una
porquería. El desempleo juvenil es peor aún. Los jóvenes perdieron la
línea de visión hacia el futuro".
Cifras duras
- 200 millones de desempleados a nivel mundial
- 75 millones con edades entre 16 y 24 años.
- 90% de los jóvenes en países árabes no tienen trabajo.
- 23% desempleo juvenil en EE.UU.
- 22% en Reino Unido
- 50% en España
- Cada año 40 millones de jóvenes ingresan al mercado laboral.
A los jefes les preocupan estas cosas, hasta a los de corazón más frío, porque todo lo mencionado arriba cuesta dinero.
Indirectamente, porque hay un menor demanda para
sus productos y servicios; directamente, en costos de entrenamiento y
de salud, e impuestos más altos.
El desempleo prendió la primavera árabe
Luego tenemos la parte demográfica. En Jordania
cerca del 70% de la población tiene menos de 30 años. Si los jóvenes no
están preparados para el trabajo, el país se quedará pronto sin talento,
dijo un participante.
Para los políticos, la Primavera Árabe es algo que sigue fresca en la mente de la gente.
Los levantamientos comenzaron e Túnez cuando Mohamed Bouazizi se inmoló.
"Se mató no porque quería hacer una protesta
política. Se mató porque no tenía un empleo", dijo un gerente de fondos
de inversión de Pakistán.
La falta de oportunidades para los jóvenes fue uno de los catalizadores de la llamada Primavera Árabe.
Los organizadores del Foro Económico Mundial de
Davos quieren demostrar que su inmensa red –una combinación única de
grandes empresas, gobiernos, activistas sociales y organizaciones no
gubernamentales- puede hacer una diferencia.
Se organizó un taller para identificar qué causa
el desempleo juvenil y si puede existir alguna solución rápida para
atacar el problema.
Siguiendo las reglas del Foro, no puedo citar a
las personas por su nombre, pero para quienes hablaron era obvio que el
problema desafía las soluciones simples.
Factores múltiples
La falta de oportunidades podría detonar movimientos populares como los vividos en el mundo árabe
Claro que todo desempleo tiene una cosa en
común: la falta de demanda de trabajadores. Pero cada país, cada región
tiene problemas diferentes.
La automatización reemplaza muchos trabajos rutinarios, no sólo en los países desarrollados.
Hay problemas estructurales, por ejemplo cuando es muy burocratizado contratar a alguien.
También puede achacársele alguna culpa al
sistema educativo, que falla en darles a los jóvenes las destrezas que
se necesitan para trabajos en economías avanzadas.
En Corea del Sur es al contrario. Hay tantos
graduados universitarios que el país se está quedando sin gente para
llenar trabajos de obreros.
Además están las destrezas vitales o la falta de
ellas. Algunos jóvenes no conocen lo básico, desde vincularse con
compañeros de trabajo hasta tener las habilidades empresariales
fundamentales.
Pero a veces una mejor educación podría aportar
una solución: en China, muchos repartidores de correspondencia sólo
pueden leer chino, lo que les impide trabajar en compañías logísticas
internacionales que distribuyen correos y paquetería llegada del mundo
entero.
También hay problemas culturales. Algunos países
gradúan grandes cantidades de mujeres en la educación universitaria,
sólo para negarles las oportunidades de trabajo, con lo que desperdician
sus talentos.
¿Qué hacer?
Algunos señalan que la creación de riqueza no va paralela a la de trabajo.
Es un tema que se presenta una y otra vez:
negocios, universidades y escuelas, gobiernos y organizaciones no
gubernamentales, no logran comunicarse sobre qué es lo que necesitan y
qué es lo que pueden lograr.
"El sector privado podría ser un elemento de
cambio", afirmó un participante, un activista de izquierda que trabaja
en una campaña educativa.
"Las universidades son simplemente muy lentas",
dice un industrial, "Si les digo que necesito graduados con diferentes
destrezas, les toma dos o más años cambiar sus cursos. Para ese entonces
la tecnología estará cambiando de nuevo"
Pero de todos modos, otro empresario advirtió que "una buena educación ya no te garantiza una buena vida".
Sean del mundo árabe, de América del Norte o de
América Latina o Asia, muchos ejecutivos lamentaron la falta de impulso
empresarial y de destrezas básicas de negocios y la necesidad de una
cultura donde el fracaso no sea celebrado.
Un hombre que está a cargo de una empresa con
varios cientos de miles de empleados en todo el mundo se quejaba de que
"vivimos en un mundo en el que la creación de la riqueza no va paralela a
la creación de trabajo. Esa otrora cercana conexión está rota".
Mientras algunos sugieren la creación de grandes
programas, con una inversión de US$ 50.000 millones en los próximos
diez años para adiestrar gente en todo el mundo, otros proponen pasos
más pequeños con mayor garantía de éxito.
Diez por vez
Los trabajadores jóvenes necesitan programas para aumentar sus destrezas laborales y empresariales
En una pequeña manera, el foro inició un
movimiento. Un grupo de trabajo con miembros del foro lanzó
recientemente el Programa Diez, para "entrenar, emplear, nutrir".
Otros integrantes del foro son motivados para
que empleen a 10 jóvenes entre 18 y 24 años, los entrenen, les den
destrezas vitales y, de manera más importante, les den un tutor que los
ayude a darle forma a su futuro.
El programa está en sus primeras etapas, con dos proyectos pilotos en Indonesia y Camboya.
Por ahora las compañías están seleccionando
candidatos. Hasta ahora sólo mil jóvenes participan en el programa. Pero
viendo el lado optimista, el 80% logró quedarse dentro de la empresa.
Pero, ¿por qué sólo 10 jóvenes por compañía?, les han preguntado a los organizadores.
La respuesta: simple sicología. Si se pasa de 10
personas las empresas encontrarán que se comprometen demasiado si se
unen al programa.
Pero una vez que los primeros desempleados están colocados, muchas compañías empiezan a solicitar más.
Es un pequeño paso, pero combatir el desempleo juvenil, dijo un ejecutivo, "es crítico para el futuro de todos nosotros".