29/01/2012 - Crisis en Europa

Grecia anuncia consenso político interno para amainar a sus acreedores

El primer ministro Lucas Papademos recalcó el domingo, víspera de una cumbre europea, la "total convergencia" con sus aliados políticos griegos sobre el plan de austeridad necesario para que la UE y el FMI acepten rescatar de nuevo a la sobreendeudada Grecia.

Papademos calificó de "difíciles" las negociaciones emprendidas con la Unión Europea (UE) y el FMI (Fondo Monetario Internacional) para concretar el segundo plan de rescate al país.

Este apoyo de sus aliados griegos, confirmado en la víspera de una cumbre europea, que comienza el lunes, "nos permite negociar en las mejores condiciones" posibles, estimó Papademos, antes de abandonar Atenas rumbo a Bruselas, donde participará en la cumbre europea.

Papademos hizo el anuncio en una breve declaración televisada, tras una reunión con los jefes de los partidos que apoyan su gobierno: el exprimer ministro socialista (Pasok) Giorgos Papandreou, el conservador Antonis Samaras, líder de la Nueva Democracia, y el dirigente de extrema derecha (Laos) Giorgos Karatzaferis.

Tras semanas de declaraciones divergentes por los nuevos sacrificios que se reclaman a Atenas, el encuentro de este domingo procuraba armonizar las posiciones para facilitar un acuerdo con los acreedores.

Las negociaciones "no son fáciles", ya que se pide a Grecia "nuevos compromisos y condiciones". De fracasar las tratativas, Atenas "se enfrentará con el espectro de la quiebra", afirmó Papademos.

"Estamos combatiendo para garantizar a nuestro país su lugar en Europa y en la zona euro", puntualizó. "Unidos, podemos lograrlo", concluyó.

La reunión de Papademos con sus aliados gubernamentales, procuraba darle forma a la promesa de apoyar las grandes líneas de la nuevas medidas de austeridad y liberalización económicas impuestas por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI (la "troika") para brindar a Grecia los 130.000 millones de euros de préstamos prometidos.

El gobierno griego también está negociando una quita de al menos 100.000 millones de euros de la deuda en manos de sus acreedores privados, que suman unos 206.000 millones de euros de una deuda total que supera los 350.000 millones (160% de su PIB).

Los acreedores públicos intentan imponer rápidamente medidas que juzgan necesarias para que la economía vuelva a ser exportadora. Así, reclaman reducciones salariales en el sector privado, a las que se oponen incluso parte de los empresarios, en un país en el que ha aumentado sensiblemente la pobreza desde que se iniciaron los planes de austeridad.

El semanario de centroizquierda To Vima denunció el domingo un "chantaje", mientras que el más radical Avghi ponía un gran "¡No!" en su portada.

La "troika" también exige nuevas reducciones de las jubilaciones o los gastos públicos de salud y la disminución del número de funcionarios públicos, con la supresión de 150.000 puestos entre 2012 y 2015.

En este contexto, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, rechazó el sábado cualquier cesión de soberanía, después de que se revelase la existencia de una propuesta de algunos socios europeos, en especial de Alemania, de dotar a la UE de un mayor poder de decisión sobre la gestión del presupuesto griego.

Alemania propuso que Grecia quede bajo la tutela de un "comisario presupuestario", lo cual condicionaría la entrega de los 130.000 millones de euros, según un documento que la AFP obtuvo en Bruselas.

"Grecia tendrá que respetar mucho mejor sus compromisos con sus acreedores", en materia de reducción del déficit público y privatizaciones, sin lo cual "la zona euro no podrá abrobar las garantías" para el segundo programa de préstamos.

Por lo tanto, Grecia "tiene que aceptar una trasferencia de soberanía presupuestaria a nivel europeo durante cierto tiempo", puntualiza el documento. Así, los ministros de Finanzas de la zona euro designarían a un "comisario de presupuesto" para llevar a cabo "un control presupuestario" del gobierno griego, el cual podría vetar decisiones consideradas contrarias a los compromisos de Atenas con sus acreedores.

Grecia tendría que comprometerse en su presupuesto a "usar los ingresos del Estado en primer lugar y ante todo para pagar el servicio de la deuda", o sea abonar los intereses de los préstamos, lo cual debería figurar "plenamente" en la legislación griega, indica el documento.