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AMPLIARUna oficina de empleo en la ciudad de Burgos

España cerró 2011 con 5.273.000 parados, el 22,8% de la población activa

España tenía 5.273.600 parados a finales de 2011, el 22,85% de la población activa, la tasa más elevada desde el año 1995, según las cifras oficiales publicadas este viernes.

El número de desempleados continuó aumentando con respecto al trimestre anterior, que se cerró con 4.978.000 personas sin trabajo (un 21,52%), anunció el Instituto Nacional de Estadística.

Finalmente, el paro en 2011 es ligeramente inferior a los 5,4 millones de personas anunciados en los últimos días por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La caída del empleo se aceleró desde finales de septiembre, con la destrucción de 295.300 puestos, mientras que en el tercer trimestre de 2011 se habían registrado 148.000 nuevos parados.

El aumento del desempleo es especialmente grave para los menores de 25 años, más de la mitad de los cuales (un 51,4%) se encuentra sin trabajo, frente al 45,8% a finales del pasado septiembre. También se incrementó en el último trimestre del año el número de hogares en que todos los miembros están desocupados, situándose en 1,575 millones.

Entre las 17 comunidades autónomas, la tasa de paro varía entre el 12,61% del País Vasco y el 31,23% de Andalucía. Por sectores, el número de empleos cayó en los servicios (305.700), en parte debido al fin de la temporada turística, la construcción (93.900) y la industria (50.000). Sólo la agricultura registró datos positivos, con 100.800 nuevos puestos.

En sólo cuatro años, España ha multiplicado por tres su tasa de desempleo, desde el mínimo histórico del 7,95% a que se llegó en 2007. "Esto tiene que ver con la contracción que está produciendo la economía", explica Javier Velázquez, profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Es también "consecuencia de todas las medidas de ajuste fiscal tan rápido: evidentemente esto está generando una contracción de la demanda y al final determina también un incremento del paro", subraya.

©AFP / Cristina Quicler

Cola en una oficina de empleo de Sevilla este viernes

El pasado 30 de diciembre, el nuevo Gobierno del PP anunció recortes por 8.900 millones de euros y subidas de impuestos por 6.300 millones. Pero, si quiere lograr, como ha prometido, un déficit público del 4,4% del PIB en 2012, tras cerca del 8% en 2011, deberá ahorrar más de 40.000 millones de euros, en un contexto de recesión: el Banco de España prevé una caída del 1,5% del PIB este año.

Pese a congratularse por los esfuerzos de rigor presupuestario del Gobierno, el Banco de España, la Unión Europea y el FMI expresaron en los últimos días su preocupación por el creciente desempleo y urgieron a España a reformar cuando antes su mercado laboral, considerado demasiado rígido. El Gobierno prevé aprobar una ley en ese sentido próximamente.

"La primera medida que hay que tomar es reducir los costes excesivos del trabajo, limitando las indemnizaciones por despido, y la segunda acabar con los contratos temporales para establecer un único contrato indefinido", considera Javier Díaz-Giménez, economista de la IESE Business School de Madrid.

"Esta es una situacion casi insostenible", reconoce Velázquez, subrayando que España gasta actualmente "entre el 3 y el 4% del PIB en protección al desempleo". En su opinión, sería "un error" intentar repetir el milagro económico únicamente bajando los costes salariales.

"Nuestro modelo de crecimiento en los años 90 se equivocó", afirma Velázquez. "El crecimiento no debe estar basado sólo en el crecimiento del empleo, sino que se tiene que acompañar de crecimiento de productividad", defiende.