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Italia, un país sin esperanza, según informe

Sus ciudadanos perciben vivir en una "democracia bloqueada" y la economía en negro corresponde a un tercio del total del PIB.

Es lo que surge de los resultados difundidos ayer del "Rapporto Italia" 2012 de Eurispes, prestigioso instituto de estudios económicos y sociales que elabora cada año un informe basado en estadísticas actualizadas.

    Según revelan los datos de las encuestas la actual crisis económica golpeo fuerte a nivel anímico mas allá de sus efectos concretos en el bolsillo y los más jóvenes se dicen dispuestos a abandonar el país. El informe muestra que el 63,2% de los italianos no tiene expectativas sobre el futuro, mientras que el 57,7% se declaró incapaz o imposibilitado en incidir en él.

    El actual Gobierno de Mario Monti tampoco logró despertar demasiado optimismo, ya que el 76,4% de los ciudadanos se declaró desconfiado sobre la posibilidad de que pueda modificar el contexto actual.

    El nuevo ejecutivo logró recuperar cierto nivel de credibilidad con respecto al de Silvio Berlusconi, pero el paquete de medidas anti-crisis que logró imponer es considerado "inicuo" por una amplia mayoría de la ciudadanía. El 67% de los entrevistados consideró que en los últimos 12 meses la situación económica general empeoró notablemente, mientras que el 75% evaluó que empeoró también su situación personal. Perdió por completo su capacidad de ahorro el 70% de los encuestados, y el 25% tiene dificultad en pagar las cuotas de las hipotecas.

    Estos números no podían no tener repercusiones desde el punto de vista del consumo: el 82,7% declaró haber reducido sus gastos para los regalos de navidad, así como una gran mayoría admitió invertir menos en salidas y cenas en 'pizzerías'.

    Sin embargo, no todas las responsabilidades se pueden asignar a la clase dirigente. La economía "sumergida", o sea en negro, representa el 35% del PIB, según denunció Eurispes, mientras que la evasión fiscal es estimada entre 230.000 y 250.000 millones de euros. A estos dos datos hay que agregar los números de la economía criminal, que produciría a su vez otros 200.000 millones de euros por año.