El próximo Viernes 30 de Diciembre a las 21 horas en el Salón Cultural Martín A. Blanco de Tafí Viejo (9 de Julio 205), finalmente la “Camerata Lazarte” concluirá su destacada y brillante Temporada de Conciertos 2011 en Tucumán.
En la oportunidad como Concierto de Fin de Añose escuchará un programa clásico de esta fecha, titulado el “Valses Vieneses de Johann Baptist Strauss II” integrado por los valses más famosos y conocidos del genial compositor vienés en versión de Cuarteto de Cuerdas. Participarán los violinistas Franco Ruiz Falci y Gerardo Solórzano, la violista Isabel Mercedes Lemos y la violonchelistaValeria Buriek Parés. La entrada es libre y gratuita rogándose puntualidad.
El vals es una danza muy elegante a ritmo lento o moderado que se popularizó en Viena a finales del XVIII y después en París y el resto de Europa en el siglo XIX y que es originario del Tirol por el siglo XII (en lo que a ritmo se refiere). La palabra vals viene del alemán “walzen”, que significa girar. La característica principal de esta danza es su compás de 3/4 y su ritmo puede variar de más lento (como era antiguamente) a muy rápido y vertiginoso.
Johann Strauss II, (1825-1899) fue el hijo mayor de Johann Strauss, y se lo conoció popularmente como el “Rey del Vals”. Gracias a él, el vals dejó de ser una danza campesina para pasar a ser un baile en la corte de los Habsburgo. Fue gracias a su madre que Johann pudo realizar su estudios de música, ya que su padre estaba totalmente en contra. El mismo día que su madre solicitaba el divorcio de su padre se presentó ante las autoridades vienesas para actuar en público. Strauss hijo encontró muchas dificultades en sus primeros años como músico, pero pronto ganó audiencia amante de la música, tras haber aceptado comisiones para actuar fuera de Viena. El enfrentamiento entre padre e hijo fue público, notorio y del cual se hicieron eco los medios de la época. Viena fue asolada por una revolución burguesa el 24 de febrero de 1848, y la rivalidad entre padre e hijo se hizo mucho más evidente. En ese momento el hijo se hizo partidario de los revolucionarios lo que profesionalmente no le vino nada bien ya que, naturalmente, la realeza austriaca le negó sus favores, las autoridades vienesas le llegaron a detener por interpretar la Marsellesa de lo cual finalmente fue absuelto. Cuando en 1849 Johann Strauss padre murió, el hijo decidió fusionar su orquesta con la de su progenitor y tras la llegada al poder de Francisco José I se congratuló con la realeza componiendo diferentes obras en su honor. Tuvo muchas competencias como Ziehrer, Waldteufel, Offenbach o Lehar; sin embargo Johannes Brahms que era su amigo le admiraba con fervor. En 1929 el famoso Director de orquesta Klemens Krauss organizó como Concierto de Fin de año un programa íntegro con obras de Johann Strauss II y desde ese año indefectiblemente la Orquesta Filarmónica de Viena hace conciertos para esta ocasión con obras de la Dinastía Strauss. El “Rey del Vals” fue autor de diversas operetas entre las cuales está la más famosa de ellas “El Murciélago” (Die Fledermaus). Entre sus valses están El bello Danubio azul, el titulado Vino, mujeres y canciones, o el Vals del Emperador.
La ascendencia judía de los Strauss supuso un problema muy importante ya que fue descubierta en 1938 por un grupo de investigadores fanáticos, poco antes que Hitler se apoderase de Austria. A Göbbels le gustaban los valses de Strauss y comprendió que ni siquiera los nazis más empedernidos creerían que las composiciones como el “Danubio Azul” era un instrumento de la conspiración judía internacional para destruir la sustancia moral de la raza alemana, por lo que Göbbels mandó que borrasen de los registros históricos todas las pruebas e indicios de judaísmo de la familia del compositor.
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