La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, celebró ayer el aumento de las tarifas, acordado ayer por el Mercosur, y que permitirá contrarrestar la "avalancha" de importaciones de bienes industrializados.
"La decisión del Mercosur" de incrementar las tasas a 100 "productos extra zona es una decisión corajuda, sabia y respeta las reglas del juego de la OMC (Organización Mundial del Comercio)", declaró Rousseff.
La presidenta, que participó el martes en Uruguay de la Cumbre del presidentes del Mercosur, pronunció un discurso en el Palacio del Planalto ante gobernadores y ministros.
Al explicar la medida acordada con sus pares del bloque sudamericano Rousseff señaló que "el objetivo es preservar los empleos dentro de la región". Posteriormente renovó sus críticas a los países desarrollados por el modo que, en su opinión, intentan transferir los costos de la crisis económica global.
"Uno de lo efectos más perversos (de crisis) es la práctica sistemática competencia yo diría poco leal a través del dumping, de uso de la guerra cambiaria (mediante la) desvalorización para tomar nuestro mercados", observó.
"Los países desarrollados tienen sus industria manufacturados sin mercados y van buscar mercados" en los países en vías de desarrollo donde es posible "absorber sus productos", completó Rousseff.
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