El balneario uruguayo de Piriápolis, 100 kilómetros al este de Montevideo, lanzó este fin de semana la temporada de verano con su tradicional paella gigante, en presencia de 5.000 personas.
La paella, que se convirtió en un clásico del balneario, "conserva a través del tiempo las características de sabor y textura y eso hace que la gente año tras año vuelva para disfrutarla", dijo a ANSA Carlos Fuentes, miembro de la Liga de Fomento de Piriápolis y organizador de la fiesta.
La historia de la paella gigante, que al decir de Fuentes no
deja de ser "gustosa y apetecible" pese a su tamaño, se remonta
a 1994, cuando una familia del sur argentino de apellido Cortés
comenzó a prepararla cada año al inicio del verano.
Salvo unas pocas interrupciones, la paella se realiza cada
diciembre como presentación de la temporada y es una tradición
en el balneario fundado en 1890 por el empresario y visionario
inmobiliario Francisco Piria.
"Hoy vienen a disfrutar de la paella visitantes de todo el
país, así como turistas que ya llegaron a pasar sus vacaciones,
especialmente argentinos", señaló Fuentes.
Desde sus comienzos, ya degustaron la paella más de 56.000 personas, que además del atractivo gastronómico disfrutan de espectáculos musicales y de la belleza que ofrece el entorno natural de Piriápolis con sus playas y cerros.
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