La fiscalía federal brasileña reclamó ayer una indemnización de unos 11 mil millones de dólares a la empresa petrolera estadounidense Chevron y su contratada Transocean por los daños ambientales causados en el mar por la fuga de petróleo durante una exploración.
En un comunicado, el fiscal federal de Campos, norte de Rio de Janeiro, Eduardo Santos Oliveira, consideró que tanto Chevron como Transocean no fueron capaces de controlar los daños causados por el derrame del equivalente a 3 mil barriles de petróleo.
El 7 de noviembre un accidente en una exploración de 1.200
metros de profundidad hecha por la perforadora Transocean para
Chevron resultó en un escape de crudo que aún continúa en la
Cuenca de Campos, a unos 160 kilómetros de la costa de Rio de
Janeiro.
El fiscal también pidió a la justicia federal una resolución
urgente para pedir que las empresas suspendan sus actividades en
Brasil, bajo pena de multa diaria de 500 millones de dólares,
según informa el comunicado del Ministerio Público Federal.
Chevron fue multada a la semana siguiente por el Instituto de
Medio Ambiente en 50 millones de dólares, la sanción más alta
según la ley ambiental.
La empresa fue impedida por la Autoridad Nacional de Petróleo
de abrir nuevos pozos en Brasil.
Transocean fue la misma empresa responsable de la fuga de petróleo más grande de la historia de Estados Unidos, en 2010, en México, cuando realizaba trabajos contratada por BP, de Gran Bretaña.
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