La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, juzgó que Estados Unidos y Europa actúan con "insensatez política" para enfrentar la crisis y admitió que fue su propio gobierno el que enfrió la economía en 2011, luego del estancamiento mostrado en el tercer trimestre del año, con crecimiento nulo.
La mandataria también redujo la previsión de crecimiento de Producto Interno Bruto (PIB) para este año, que tiene que ser del 3,2%, contra las proyecciones anteriores, primero de 4,5% y luego de 3,8%.
"No sólo estamos cerrando el año con estabilidad y
crecimiento, pero sobre todo con la visión de que 2012 será
mejor que 2011, lo que no es poca cosa frente a la crisis de
insensatez política que vivimos este año en Estados Unidos y
Europa", afirmó Rousseff en un duro discurso sobre la situación
en los países centrales.
Lo hizo durante un discurso en la medianoche del martes en
Sao Paulo, al recibir el premio a la Brasileña del Año,
entregado por la revista Istoé.
Rousseff afirmó que la zona euro tiene índices de desocupación "de temer", cercanos al 20%, contra el 5,8% de Brasil, comparó.
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