El equipo de Julio César Falcioni derrota al Taladro por 3-0 en una Bombonera repleta. Los goles los anotaron Darío Cvitanich -2- y el Burrito Rivero. Así, el Xeneize está volviendo a coronarse después del título que había conseguido en el 2008.
Boca cumplió una campaña brillante y alcanzó los 36 puntos con 10 victorias, la última el domingo pasado sobre Godoy Cruz en Mendoza (2-1), más seis empates, en resultados que le permitieron extender la serie invicta que comenzó luego de caer en la novena fecha del pasado Torneo Clausura ante Lanús (1-0).
Boca Juniors, que ostenta un invicto de 27 partidos, se consagró campeón luego de tres años de sequía al golear hoy, de local en una Bombonera repleta, a Banfield por 3 a 0, cuando aún restan dos fechas para la finalización del torneo Apertura de fútbol de primera división.
Los goles del equipo que dirige Julio César Falcioni los anotaron el delantero Darío Cvitanich, a los 9 y 43 minutos del primer tiempo, y el volante Diego Rivero, al minuto del segundo.
Con este resultado, Boca llegó a 39 puntos, 11 más que su escolta Racing Club y 12 por encima de Tigre (juega mañana con San Lorenzo), cuando quedan sólo 6 en juego.
Banfield, en tanto, es la contracara ya que continúa en el último lugar de la tabla de posiciones con apenas 11 unidades.
El equipo local empezó a definir el partido con el primer gol de Cvitanich (ex Banfield), a los 9 minutos, y después lo controló con su habitual solidez en defensa y criterio en el mediocampo.
Y lo terminó de definir, a 120 segundos del final de esa misma etapa, con otro grito de Cvitanich (el cuarto en el torneo).
Entre un gol y otro pasó poco y nada en el partido, ya que Boca lo reguló y manejó a su gusto y Banfield fue víctima de sus propias limitaciones futbolísticas.
Sin embargo, el espectáculo estuvo en las tribunas, con la fiesta que protagonizaron los casi 50 mil hinchas que le dieron un marco imponente a La Bombonera.
Juegos artificiales, papelitos, cánticos (algunos dedicados a los simpatizantes de River, que hoy juega en la B Nacional), banderas y muchas camisetas azules y amarillas le dieron color a la
tarde-noche.
Pero también hubo un segundo tiempo y cuando recién iban poco más de 60 segundos, Rivero convirtió un verdadero golazo. El 3-0, a esa altura, era anecdótico.
Es que todo el pueblo boquense esperababa por el ingreso de Juan Román Riquelme, el máximo ídolo en la actualidad, que arrancó en el banco porque aún lo aqueja una fascitis plantar en el pie izquierdo.
Y Falcioni les dio el gusto a los 19 minutos. Así el "10" volvió a jugar luego de cinco fechas. Su último partido había sido en el empate sin goles frente a Belgrano de Córdoba, en La
Bombonera, por la undécima jornada.
Con Riquelme en cancha, la fiesta fue completa. Fue la frutilla del postre. Así, con el ídolo en el campo de juego (alcanzó los 600 partidos), Boca dejó atrás tres años para el olvido. Celebró su 24to. título y gritó campeón.
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