Con el impulso del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, una red de hospitales, centros de investigación, universidades y organismos gubernamentales de cinco países de América Latina busca determinar los perfiles genéticos del cáncer de mama en las pacientes latinoamericanas. Esperan que los resultados permitan mejorar la detección temprana y el tratamiento de esta forma de cáncer, la más frecuente entre mujeres en la región. Aspiran a incorporar 2500 pacientes en el estudio.
Agencia CyTA – Instituto Leloir
Cerca de 250 oncólogos, cirujanos, patólogos, epidemiólogos, biólogos moleculares y especialistas en bioinformática de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay participaron en un encuentro de trabajo en la ciudad mexicana de Guadalajara para afianzar un estudio regional cuyo objetivo es reducir la prevalencia de cáncer de mama en la región.
Este tipo de cáncer es el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud su incidencia está aumentando especialmente en los países en desarrollo, donde la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas. Por este motivo la Red de Investigación de Cáncer de los Estados Unidos y de América Latina –que se puso en marcha en 2009 y fue impulsada por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, según sus silgas en inglés) de Estados Unidos – implementa un estudio en el que participarán 2500 pacientes de los cinco países mencionados.
“Este programa de investigación de cáncer está integrado por instituciones de investigación básica, hospitales, universidades y organismos gubernamentales de los cinco países latinoamericanos participantes. El objetivo es unir la investigación básica con la aplicada con el propósito de desarrollar métodos eficaces de prevención, de detección precoz e implementación de tratamientos adecuados para los tipos de cáncer que afectan a las mujeres en la región”, indicó a la Agencia CyTA el doctor Jorge Gómez, director de la Oficina de Desarrollo de Programas de Cáncer en América Latina del NCI cuya tarea consiste en coordinar este estudio en los países participantes. Y agregó: “Hasta la fecha se han descrito en Estados Unidos cuatro tipos diferentes de cáncer de mama a partir de estudios genéticos realizados en muestras de pacientes. Esta información se buscó ante la evidencia clínica de que, en promedio, las mujeres afroamericanas tenían una incidencia de mortalidad mucho más alta que otros grupos de mujeres frente a los tratamientos estandarizados que combinan el tratamiento hormonal con la quimioterapia, entre otras técnicas. A raíz de esta observación se hizo una investigación a nivel molecular de los genes y se encontró que un grupo muy alto de afroamericanas presentaba un tipo de cáncer de mama caracterizado por mutaciones genéticas que se diferenciaban de los otros subtipos, explicó Gómez.”
A partir de estos estudios se descubrió que, aunque presentan distintos niveles de sobrevivencia, tres de esos subtipos de cáncer de mamá responden más al tratamiento hormonal, mientras que el otro responde mejor a la quimioterapia. “Dependiendo de cual sea el tipo de tumor, se elige el tratamiento más efectivo. Esto significa que después de la cirugía se decide si se aplica o no la terapia hormonal, la radioterapia o la quimioterapia, o una combinación de estas metodologías. Lo que aún no sabemos es si las pacientes latinoamericanas corresponden a perfiles genético-moleculares de cáncer de mama descritos en pacientes norteamericanas y europeas, o a otros perfiles que aún no se han descubierto. En un plazo de un año esperamos tener los primeros resultados a partir del análisis de las muestras de tejido tumoral de parte de las 2500 pacientes que participarán en este estudio regional”, indicó el especialista.
En la primera etapa, el NCI promovió la formación de las redes nacionales que posteriormente dieron nacimiento a la red internacional de los cinco países. En la Argentina esta red -que cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva- está constituida por la Fundación Instituto Leloir, el Hospital de Oncología de Buenos Aires, “Marie Curie”, el Hospital Nacional de Oncología, “Angel Roffo”, el Hospital “Eva Peron” de la provincia de Buenos Aires y la Universidad Católica de Córdoba. Hasta la fecha se han incorporado al estudio regional cerca de 150 pacientes y se estima que en 3 años los 25 hospitales involucrados en el proyecto podrán incluir la participación de las 2500 pacientes.
Para la realización de este proyecto de investigación el NCI aporta alrededor de 2,5 millones de dólares anuales en la red latinoamericana y los ministerios de los países participantes co-financian este programa.
Mejor diagnóstico, mejor tratamiento
La complejidad del estudio epidemiológico y genético del cáncer de mama en los cinco países latinoamericanos es abordada por un equipo interdisciplinario de especialistas. “La magnitud de la investigación hace necesaria la incorporación de equipos de bioinformática que deben procesar millones de datos de los pacientes (sexo, edad, tipos de tumores, entre otra clase de información que se conservará en el anonimato), antecedentes familiares de cáncer, respuesta al tratamiento estandarizado de cáncer de mama que se brinda en los hospitales, y los resultados de los análisis genéticos de las muestras de tumores que se almacenan en biobancos para su conservación” indicó el doctor Osvaldo Podhajcer, coordinador del consorcio argentino que integra el proyecto regional.
De acuerdo con Podhajcer, que también se desempeña como jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de la Fundación Instituto Leloir, y es investigador del Conicet, “se ha demostrado que sólo alrededor del 20 por ciento de las pacientes en cierto estadío de la enfermedad que reciben quimioterapia asociada a la cirugía se benefician realmente con esa terapia. El saldo de ello es que, cada año, alrededor de 9 mil argentinas estarían recibiendo un tratamiento que en principio no les aporta beneficios adicionales. Hoy no sabemos como identificar a estas pacientes y este proyecto regional apunta a definir con absoluta certeza el pronóstico de cada paciente y ,por ende, definir el tipo de tratamiento debe recibir. De esta forma estaremos mejorando su salud y a la vez disminuyendo los costos de los tratamientos para el sistema global de salud”.
Para determinar los tipos moleculares de cáncer de mama de pacientes latinoamericanas se van a realizar estudios de las muestras de tejidos de cáncer de mama de las pacientes atendidas en los hospitales de los cinco países participantes. La doctora Andrea Llera, investigadora de Conicet en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular del Instituto Leloir, coordina el estudio genómico de las muestras que se obtienen en la Argentina. “Nuestro rol consiste en analizar los tumores a nivel genómico e identificar los genes responsables de que un tumor sea más o menos agresivo y que ocasione, o no, metástasis, entre otras características. Por cada tumor, estudiaremos la actividad de todos los genes. De este modo podremos tener un primer panorama sobre los tipos de cáncer de mama de la Argentina y comparar esta información con los resultados que obtengan nuestros colegas en los otros países”, puntualizó la especialista.
Consultado por la Agencia CyTA sobre la relevancia del proyecto internacional de investigación de cáncer de mama, el doctor Ignacio Miguel Muse –que se desempeña como coordinador del estudio en Uruguay- destacó que “es la primera vez que países latinoamericanos emprenden una investigación oncológica conjunta, cofinanciada, independiente y académica, con participación directa en la planificación, en la ejecución y en la evaluación de los resultados del proyecto, instalando una red eficiente para futuros desarrollos en la materia”.
Asimismo el doctor Muse, que también es director de Programa Nacional de Control del Cáncer del Ministerio de Salud Pública de Uruguay, destacó que para avanzar contra los distintos tipos de cáncer se debe trabajar no sólo sobre las determinantes biológicas sino también sobre los factores sociales involucrados en estas patologías.
“La pobreza está asociada con una alta incidencia de cánceres vinculados con agentes infecciosos, responsables de tumores de cuello de útero, de estómago, linfomas y algunas leucemias, hepatocarcinoma y tumores de la esfera de oído nariz y garganta, así como cánceres tabaco-dependiente, por un incremento del tabaquismo en esas poblaciones. A ello debe sumarse: consultas en etapas avanzadas, con baja curabilidad y altos costos para su tratamiento”.
Para que el estudio logre sus objetivos es preciso que todos los médicos e investigadores de los cinco países sigan los procedimientos de trabajo en forma estandarizada, explica el doctor Gómez. Y concluye: “Lograr este objetivo implica un trabajo enorme de coordinación en los cinco países para lograr consensos. Para ello nos comunicamos a través de videoconferencias y de un método denominado webinario que nos permite compartir documentos e interactuar a través de Internet. De todos modos, los encuentros anuales -como el que hemos organizado recientemente en Guadalajara- son irreemplazables porque el intercambio personal permite afinar detalles de un modo más preciso y ágil. Los resultados de este proyecto conducirán a un mejor abordaje del cáncer de mama desde el punto de vista de la prevención, de la detección temprana y del tratamiento. Asimismo esta experiencia servirá como modelo para investigar las particularidades específicas de otros tipos de cáncer en la región”, concluyó.
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