El ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Lobao, minimizó ayer la gravedad del derrame de petróleo en alta mar pero advirtió que la empresa estadounidense Chevron, responsable de la perforación, deberá cumplir la ley y pagar por las consecuencias del caso.
"Si Chevron no cumple su papel, será sancionada más severamente", dijo el ministro al ser consultado sobre el derrame ocurrido el 9 de noviembre en la Cuenca de Campos, que generó una mancha de 163 kilómetros cuadrados, a 120 kilómetros de la costa de Rio de Janeiro.
Sin embargo, Lobao contrastó la visión de ambientalistas
sobre el derrame y dijo que el crudo no se expande hacia la
costa, sino hacia alta mar.
"Obviamente no es algo bueno, pero no tiene la gravedad de la
que algunos están hablando", dijo Lobao.
Insistió en que la Agencia Nacional de Petróleo (ente
estatal) deberá aplicar "todo el rigor de la ley".
La empresa Chevron dijo que está cerrando con concreto la
grieta abierta a 1.200 metros de profundidad, a unos 370
kilómetros de la costa, en el campo de Frade, donde
aparentemente realizó una perforación exploratoria.
La Policía Federal brasileña y el Instituto de Medio Ambiente (IBama) abrieron investigaciones sobre el derrame, por el cual trabajan para contener la mancha de petróleo 17 buques de todas las empresas que trabajan en la región.
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