Apenas un poco más tranquilos con Italia, los mercados centraron este lunes su atención en España haciendo subir la prima de riesgo, cuando el país espera captar esta semana 7.500 millones de euros en obligaciones, antes de las elecciones del domingo.
El barómetro del recelo de los mercados, la prima de riesgo, la diferencia entre los rendimientos de las obligaciones españolas y alemanas a diez años, alcanzaron un récord histórico desde la creación de la zona euro hasta los 430 puntos.
La Bolsa de Madrid pasó prácticamente toda la jornada en rojo y cerró con una caída del 2,15%.
Y eso que "en las últimas semanas, España ha atravesado las tensiones un poco más tranquila que el resto de países que estaban ya en el ojo del huracán, como Italia", afirma Jesús Castillo, especialista en los países del sur de Europa del banco Natixis. "Es porque hay un auténtico proceso de reequilibrio de las finanzas públicas en curso", asegura.
Pero al final, "estamos viendo que ya no es el caso de Italia... se trata de un efecto contagio masivo", comenta Soledad Pellón, analista de la sociedad de corretaje IG Markets.
El banco suizo UBS ya lo había predicho en un estudio publicado el viernes: "la actitud de los mercados hacia España es bastante optimista, comparado con Italia en estos momentos, pero creemos que podría cambiar en los próximos meses, incluso semanas".
No ha hecho falta más que algunos días y la tasa española a 10 años se situó este lunes por encima del umbral crítico del 6%, que no había vuelto a superar desde agosto.
Es señal de que, a pesar de la constitución de nuevos gobiernos en Grecia e Italia, que debían tranquilizar los mercados con medidas destinadas a combatir la deuda, los países más frágiles de la zona euro siguen en el punto de mira de los inversores. España también había decidido ya en verano adelantar cuatro meses sus elecciones legislativas, que se celebrarán el domingo.
Según Pellón, "en España, se han hecho elecciones anticipadas un poco por petición de los mercados", a lo que habría que añadir la creciente impopularidad de los socialistas en el poder. El Partido Popular, que ha prometido un nuevo programa de austeridad, es la favorita para los comicios.
Pero ahora los inversores "quieren ver que hay un interés por cambiar la situación", "quieren ver medidas de ajuste", subraya Pellón, antes de añadir que "ponen un poco más de presión". Frente a Grecia, Italia y España, "los mercados están pidiendo que ninguno de los tres países se duerma y sigan por el camino que estaban avanzando", concluye.
Una advertencia que podría volver a sentirse esta semana, ya que el Tesoro quiere captar el martes entre 2.500 y 3.500 millones de euros en bonos a 12 y 18 meses y el jueves, entre 3 y 4.000 millones de euros en obligaciones a diez años.
Frente a la economía española, "tenemos tres razones para estar preocupados", consideran los analistas de UBS. "La desviación del déficit", primero, cuando Standard & Poor's, el Banco de España y la Comisión Europea creen que se superará el objetivo del 6% este año y ponen en duda el objetivo de 2012.
"El crecimiento va a ser muy pequeño y ello va a complicar la continuación del proceso de reducción de desequilibrios" presupuestario, confirmó Jesús Castillo, que prevé un 0,7% en 2011 y un 0,4% en 2012.
Segundo argumento de UBS, "la posibilidad de una recesión profunda", cada vez más tenida en cuenta por los analistas, que piensan que la economía se contraerá en el cuarto trimestre de 2011.
Por último, el sector bancario español, fragilizado por su exposición a la burbuja inmobiliaria, también preocupa: su saneamiento "probablemente repercutirá en las cuentas del Gobierno", advierte UBS.
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