Unos 3.000 efectivos militares y policiales ocuparon la favela (villa de emergencia) Rocinhna, una de las más grandes de Brasil, ubicada en el sur de Río de Janeiro, “sin disparar un tiro”, según las autoridades, y con el objetivo de expulsar a los narcotraficantes afincados en ella.
“Tengo el placer de informar que Rocinha, (y las también favelas) Vidigal y Chácara do Ceu están en nuestro poder desde las 6”, anunció este domingo el comandante del estado mayor de la Policía Militar de Río de Janeiro, Alberto Pinheiro Neto.
Tres mil hombres, en su mayoría policías, encabezados por el
Batallón de Operaciones Especiales, participaron del Operativo
Choque de Paz, que contó con el apoyo logístico de 18 carros
blindados de la Marina y 194 fusileros navales.
"A la presidenta Dilma le agradecí" durante una conversación
telefónica este domingo por haber aprobado prorrogar la
presencia de las Fuerzas Armadas en la ocupación de favelas
hasta el 31 de junio de 2012, declaró el gobernador Cabral al
arribar a un cuartel policial en el barrio de Leblon, próximo a
Rocinha.
"Quiero agradecer al Ejército y a la Marina por no faltarnos
(cada vez que la convocamos), y al presidente Lula (da Silva,
2003-2010) porque todo comenzó con él, hoy en la Rocinha están
las fuerzas del estado... es un día histórico", dijo Cabral.
En las primeras horas del "rastrillaje" policial de este
domingo fueron incautados 11 fusiles, una subametralladora, una
granada y una escopeta, enterrados en una zona de densa
vegetación, recorrida por la policía con perros rastreadores.
Desde 2007 el gobierno de Rio de Janeiro declaró la "guerra"
a los narcotraficantes que dominaban las 700 favelas y ese mismo
año el gobernador se comprometió a garantizar la seguridad de la
Copa del Mundo de Fútbol de 2014.
En 2009 Cabral presentó su programa de pacificación urbana
ante el Comité Olímpico Internacional, de cara a los Juegos de
2016.
El ingreso de las tropas a la barriada pobre de 100.000
habitantes ubicada en el sur carioca se inició poco después de
las 4 locales (6 GMT) y en dos horas los comandos que integraban
la vanguardia del operativo ya habían llegado a lo alto del
morro (cerro).
"Hoy se alcanzó el objetivo que era devolver el territorio a
la población, el objetivo se logró sin disparar un tiro, esto es
un triunfo", declaró Mariano Beltrame, secretario de Seguridad
del Rio.
Esta invasión "fue muy diferente y mucho menos violenta que
la del Complexo do Alemao", que dejó cerca de 50 muertos en
noviembre de 2010, afirmó el diputado carioca Jean Willys.
El secretario Beltrme declaró que el próximo paso de los
agentes será instalar una Unidad de la Policía Pacificadora
(UPP) para impedir que el crimen organizado recupere esas
barriadas pobres.
Será la decimonovena UPP afincada en una favela carioca en el
marco de la estrategia de expulsión de las bandas de
narcotráfico.
Sostuvo el secretario que con este operativo se busca
"devolver dignidad y territorio a las personas que viven allí y
que no lo tenían desde hace 30 o 40 años", cuando las
organizaciones delictivas tomaron el control del lugar.
Algunas banderas blancas y mantas con la inscripción "Paz"
fueron vistas en algunas casas de las comunidades, donde la
mayoría de los vecinos evitaban hablar con los reporteros, y
cuando lo hacían pedían no revelar la identidad.
Mientras tanto, helicópteros policiales diseminaban volantes que solicitaban a la población informaciones sobre el paradero de los miembros de Amigos de los Amigos, la cuadrilla que mantenía el control de las "bocas de fumo", puntos de venta de drogas de Rocinha.
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