Miles de estudiantes de las universidades e instituciones públicas marcharon ayer por las principales ciudades del país en reclamo de mejor calidad y gratuidad plena para la educación técnica y superior.
Las estudiantes tomaron las calles de Medellín, Cali, Pereira, Bucaramanga, Barranquilla y Bogotá, donde hubo el mayor número de manifestantes que con pancartas, música, los rostros pintados o con disfraces buscaron expresar la molestia que desató un proyecto de ley del gobierno para reemplazar la norma actual que rige a la educación superior.
Dicha norma fue el detonante de un paro de las más de 30
instituciones públicas del país, que desde el 12 de octubre
cesaron clases y se lanzaron a las calles a protestar por una
ley que no mejoraba las condiciones de las universidades, la
mayoría en crisis económica, y proponía, entre otras, aumentar
las plazas para nuevos estudiantes, a fin de ampliar la
cobertura.
Colombia no es un país dado a respaldar paros y marchas, pero
el pedido de los estudiantes logró tener eco en la prensa local
y en gran parte de la opinión pública que tomó partido por los
jóvenes que desafiaron una y otra vez al gobierno con
contra-argumentos frente a las supuestas bondades de la
norma proyectada.
En principio, la ley que impulsaba el gobierno abría la posibilidad para el ingreso de capital privado al sector de la educación superior, rechazado al unísono por parte de distintos sectores, lo que propicio la eliminación de ese capítulo, en parte temiendo circunstancias similares a las de Chile.
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