La presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo ayer, al hacer un balance de la cumbre del G20, que está alarmada ante el desempleo global, instó a retomar el crecimiento y apostó en la aplicación de un programa global similar a la Bolsa Familia.
"Nuestro mensaje en el G20 fue muy claro, la crisis económica mundial no puede ser resuelta con desempleo y, mucho menos, con la reducción de los derechos laborales, el tema alcanzó a 200 millones de personas el director de la OIT estaba preocupadísimo con que esos desempleados son en su mayoría jóvenes", señaló Rousseff.
La presidente dijo que en Brasil hay prácticamente "pleno
empleo" pero no es ajeno a los problemas globales y afirmó que
los países desarrollados deben "retomar el camino del
crecimiento, del consumo, de la generación de empleos".
"La crisis surgió en los países ricos, fue generada por el
descontrol del sistema financiero pero esos países (ricos), en
una economía globalizada, tienen influencia sobre el escenario
mundial" y eso puede causar efectos en los emergentes.
Durante el encuentro del G20 en Francia Rousseff se reunió
con los líderes del grupo BRICS (Brasil, India, Rusia, China y
Sudafrica).
"Los emergentes vienen sosteniendo que el crecimiento de la economía mundial, aunque también redujeron un poco su crecimiento por los efectos indirectos, los que sustentamos el crecimiento mundial somos nosotros" opinó la mandataria.
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