Europa estaba sumida el martes de nuevo en el nerviosismo por el anuncio del primer ministro Giorgos Papandreu de someter a referéndum el trabajoso acuerdo logrado la semana pasada en Bruselas para salvar a Grecia del default, hundiendo de nuevo a los mercados en vísperas del G20.
La sorpresa ha sido total por el anuncio de este referéndum, que según fuentes gubernamentales griegas podría celebrarse en enero próximo.
Los europeos contaban presentar el plan logrado laboriosamente el jueves pasado en Bruselas ante la cumbre del G20, que se celebra este jueves y viernes en Cannes, sur de Francia.
Ese plan prevé la quita del 50% de la deuda griega en manos privadas --unos 100.000 millones de euros--, la recapitalización de los bancos afectados y el aumento de la capacidad de actuación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) a un billón de dólares para evitar el contagio a países como Italia y España.
También incluye un nuevo préstamo para Grecia por la comunidad internacional por unos 100.000 millones de euros.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, acordaron reunirse este miércoles en Cannes con el FMI y autoridades europeas, antes de hacerlo con el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, que el viernes será sometido a un voto de confianza en el Parlamento griego.
Sarkozy advirtió que el plan adoptado en Bruselas es la "única vía" para resolver la crisis y junto con Merkel acordó agilizar la aplicación del paquete de medidas en un intento de evitar el contagio de la crisis de la deuda a otros países como Italia o España, cuyas primas de riesgo, el diferencial que pagan con el bono alemán de referencia se disparaban.
©AFP / Louisa Gouliamaki
Fragilizada por una descomunal deuda de 1,9 billones de euros (120% del PIB), la prima de riesgo de Italia alcanzó los 450 puntos básicos, el mayor nivel alcanzado desde la creación de la Eurozona.
"La situación es extremadamente grave. Sabemos todos que si nuestras tasas de interés se acercan al 7%, el riesgo se vuelve incontrolable", dijo Nicola Rossi, economista y senador opositor.
Las de España (370 puntos) y Francia (121,7 puntos) también subían, mientras el bono alemán se situaba por debajo del 2%, confirmando su papel de valor refugio.
Las Bolsas europeas también fueron víctimas de estas inquietudes. Fráncfort cayó 5%, París 5,38%, Madrid se dejó 4,19%, Milán 6,80%, Londres 2,21% y Atenas se replegó un 6,92%, todas ellas arrastradas principalmente por el descalabro de los valores bancarios.
El euro se cotizaba a 1,3706 dólares, contra 1,3851 el lunes a las 21H00 GMT.
La bolsa de Nueva York también abrió el martes en baja, en un mercado que ya había cerrado en rojo el lunes.
"El mercado piensa que Grecia va a salir del euro", dijo desde Madrid Miguel Ángel Rodríguez, analista asociado de XTB.
"Hay miedo, sobre todo a una quiebra desordenada de Grecia con un default del 100%", advirtió.
La decisión de Papandreu, tomada sin consultar a sus socios europeos, ha sorprendido a los dirigentes europeos, muchos de los cuales no han escondido su enfado.
Grecia corre el riesgo de la quiebra en caso de que los griegos rechacen el plan de ayuda, advirtió el primer ministro luxemburgués y jefe de filas del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
"Papandreu tiene una enorme responsabilidad" por esta decisión porque "ha creado de nuevo inseguridad en un momento en que lo que necesita el mundo es confianza", dijo el primer ministro belga Yves Leterme.
Para el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, este anuncio ha tenido "un impacto inesperado que ha creado incertidumbres después del Consejo Europeo y en víspera del importante encuentro del G20 en Cannes".
Sarkozy afirmó que el plan de Bruselas es "la única vía posible para resolver el problema de la deuda griega".
"Dar la palabra al pueblo siempre es legítimo, pero la solidaridad de todos los países de la zona euro solo puede ejercerse si cada uno acepta realizar los esfuerzos necesarios", declaró Sarkozy tras una reunión ministerial.
Los presidentes de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, urgieron a Grecia a que cumpla sus compromisos con la zona euro.
"Tomamos nota de la intención de las autoridades griegas de realizar un referéndum. Estamos convencidos de que este acuerdo es el mejor para Grecia. Estamos totalmente confiados en el hecho de que Grecia cumplirá sus compromisos con la zona euro y la comunidad internacional", indicaron en un comunicado.
Los bancos privados que acordaron una quita de 100.000 millones de euros de la deuda pública griega seguirán con las negociaciones previstas a pesar del anuncio de Atenas, anunciaron en Washington.
La Federación Alemana de Bancos Privados (BdB) aseguró que el proyecto de referéndum es "cualquier cosa menos un regalo".
"¿Qué va a pasar si el pueblo dice 'no'? El riesgo es que la comunidad internacional corte el grifo de dinero y que el país termine por salir de la zona euro", dijo en Fráncfort Christoph Weil, analista de Commerzbank.
Para el politólogo griego Ilias Nikolapopoulos, este órdago es una decisión "potencialmente suicida para el país".
El economista George Pagulatos, especialista en asuntos europeos, subraya que en este momento en que la oposición griega reclama elecciones anticipadas, es imperativo para el gobierno socialista "reforzar su legitimidad" y cerrar filas, antes de varias citas parlamentarias delicadas para aprobar nuevos sacrificios en medio de un fuerte descontento social.
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