La música popular argentina se dio cita en Tafí Vejo y Monteros. Dos festivales de los más tradicionales de Tucumán movilizaron a miles de visitantes. Pero las otras expresiones culturales no se quedaron atrás y tuvieron su noche de magia,con un recorrido cuya convocatoria superó todas las expectativas.
La musica, el arte, la ciencia, la historia y la religión se combinaron este fin de semana en una serie de eventos que lo convirtieron en algo para recordar.
Dos de los festivales folcklóricos con más bagaje de tradición de los que componen el basto calendario tucumano coincidieron con uno de los encuentros más polifacéticos y convocantes que ofrece la actividad cultural del Jardín de la República. Decenas de miles de personas movilizadas entre Monteros, Tafí Viejo y los cuatro puntos cardinales del Gran San Miguel de Tucumán, justificaron la apuesta del Ente Tucumán Turismo (ETT) de darle difusión y apoyo a los espectáculos que animaron el calendario entre el viernes y el domingo.
Todo comenzó la noche del viernes cuando, casi al unísono, comenzaron a hacerse oir las coplas tanto hacia el norte como al sur. Amplificadas por el eco de los cerros sobre los que se recuestan dos de las grandes capitales que tiene el folcklore tucumano, las voces del “Monteros de la Patria” y el “Festival del Limón”, generaron polos de atracción que los confirmaron como dos de las citas con más predicamento entre los amantes del género.
El primero de los encuentros se extendió hasta anoche, convocando en total a unas 20 mil personas con una exacta combinación de artistas de gran renombre nacional con otros destacados representantes de la música local. Mientras que en la “Ciudad del Limón”, la reedición de su fiesta insignia fue coronada con la presencia de alrededor de 15 mil almas, que entre viernes y sábado colmaron las instalaciones del club Villa Mitre.
Pero hubo otro evento que se sumó a la cartelera del fin de semana y que, por sus características particulares, se convirtió en la gran novedad, sobre todo en materia de convocatoria. Se trata de La Noche de Los Museos, que ofreció una recorrida nocturna por todas las salas que pueblan el conglomerado capitalino y sus alrededores.
Desde el microcentro hasta Tafi Viejo, por El Cadillal. Y pasando en un santiamén desde el arte y la religión hacia la historia y las ciencias naturales, el itinerario, compuesto por cuatro recorridos bien delimitados y adecuadamente acompañados por guías, fue visitado por los pasajeros que atestaron los 20 micros ofrecidos desinteresadamente por los empresarios de AETAT y la multitud que, superando las previsiones de los organizadores, se valieron de sus propios medios para acercase a lugares como el museo Miguel Lillo, la cripta de Don Bosco, el Museo del Azúcar en el parque 9 de Julio, y otras tantas salas que contuvieron la avidez de miles de visitantes.
La Casa Histórica, el museo de Arte Sacro, la Casa de Gobierno, también formaron parte del recorrido al que el Ente mismo aportó sus salones, sumando llamativas estatuas vivientes que, evoncando personjes históricos de la época de la Independencia, acompañaron a la estatua de Mercedes Sosa, de por sí todo un atractivo siempre presente en la puerta del organismo liderado por Bernardo Racedo Aragón. El Ente permaneció abierto toda la noche para orientar a los interesados en sumarse a la movida.
En total, unas 40 mil personas se movilizaron por Tucumán al ritmo del folcklore y respondiendo a la idea de revalorizar el acervo cultural de la provincia.
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