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AFA suspendió partido entre San Lorenzo y All Boys

El ambiente de San Lorenzo se convulsionó con los episodios violentos que se protagonizaron dentro de las instalaciones de la entidad, primero entre los barra bravas y luego entre los propios jugadores del elenco que comanda Omar Asad, que sufre por los malos resultados deportivos que lo tienen muy cerca de los puestos de Promoción.

Tras ser agredido, Jonathan Bottinelli exteriorizó sus ganas de abandonar la institución, aunque los directivos le pidieron que se tomara unos días para pensar en frío y tomar una determinación definitiva.  Anoche concurrió a la sede de Agremiados para asesorarse y estar acompañado en su proceder.

En el Hindú Club, sitio que eligió el cuadro "azulgrana" para seguir con las prácticas y concentrarse lejos de la zona de los inconvenientes, se llevó a cabo un encuentro entre Sergio Marchi, líder del gremio de los trabajadores futbolísticos, y todos los hombres del equipo. Allí debatieron qué hacer este fin de semana, ya que el domingo San Lorenzo debía ser local de All Boys en el Nuevo Gasómetro.

Si bien Marchi en un primer momento se juntó con Nilda Garré y le solicitó la posibilidad de organizar el cotejo ante los de Floresta a puertas cerradas tanto para los simpatizantes locales como para los visitantes, se prefirió suspender el juego para más adelante, un pedido íntegramente surgido por parte del "Ciclón".

El presidente Carlos Abdo también se dirigió al lugar en el que se hallaban todos los protagonistas tratando de ponerse de acuerdo y buscando una salida decorosa a un nuevo bochorno que alimentó la violencia del fútbol argentino y manchó, una vez más, su imagen. 

La determinación la pidió el Comité en coincidencia con la intención de la plantilla del "Turco" Asad, todavía muy asustada por los nefastos hechos citados con anterioridad. También se explicó que cuando se reprograme será a puertas cerradas y que, si la entidad no colabora con las investigaciones pertinentes, podría haber un castigo más severo: jugar lo que resta del año sin público en el Nuevo Gasómetro o en otro escenario del país.