El ministro de Educación chileno, Felipe Bulnes, declaró ayer que la solución a la crisis estudiantil, que va a cumplir seis meses con movilizaciones, huelgas de hambre, ocupaciones, desalojo y represión policial, "va a tomar su tiempo".
Invitado al programa Estado Nacional de la estatal red de Televisión Nacional, sostuvo que el tema se tiene destrabar con "paciencia" y sobre la base de buscar consensos con propuestas audaces y realistas.
"No hay soluciones mágicas", señaló respecto a alguna
alternativa viable que aborde de manera integral cambios
sustantivos al sector.
Recalcó que hay que actuar con "realismo" frente a propuestas
audaces, que deben ser debatidas luego en el Parlamento o el
"centro de la cancha" como el definió a dicha institución, donde
a su juicio se deben dar "las discusiones de fondo".
Bulnes reiteró sus críticas al presidente del Senado, Guido
Girardi (del opositor Partido Por la Democracia), por no
autorizar el jueves el ingreso de Carabineros para desalojar la
sede en Santiago.
Es "inaceptable que una turba ingrese al Congreso", dijo Bulnes e indicó que si hubiese sido el timonel de la Cámara Alta se habría querellado contra los responsables de la ocupación.
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