Las personas con afecciones cardiovasculares y diabetes deben consumir dos gramos al día de ácidos grasos omega-3, presente en los pescados, para reducir las arritmias y el riesgo de muerte súbita en esa población de riesgo, recomendó hoy la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
Ricardo Iglesias, presidente de la FCA, destacó en una reunión médica en la ciudad de Buenos Aires, que "en pacientes de riesgo, algunos trabajos marcan un descenso de 45 por ciento de muerte súbita, a cuatro meses de iniciada una terapia", que incluye dietas ricas en ácidos omega-3 o suplementos de aceite de pescado.
Una investigación que maneja la FCA indicó que la administración de omega-3 en pacientes con insuficiencia cardíaca irónica que estaban recibiendo otras terapias, reduce la mortalidad total y hospitalizaciones por causas cardiovasculares, con un beneficio de cinco vidas salvadas al año por cada 1000 personas tratadas con omega-3, pudiendo evitar muerte súbita y arritmia.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Argentina y en el mundo y cada año fallece en el país el doble de personas por infarto que por todos los cánceres.
Entre aquellos que sobreviven, según los datos de la FCA, el 10 por ciento muere dentro del siguiente año por un nuevo infarto o “muerte súbita”, pese a recibir tratamiento farmacológico, lo que hace imprescindible buscar otras estrategias de prevención como la ingesta de omega-3.
Asimismo, en personas sin antecedentes cardiovasculares, estos ácidos grasos también protegen la salud del corazón y varios estudios poblacionales encontraron que a mayor consumo de pescado, menor es el riesgo de enfermedad coronaria.
Iglesias precisó que "en personas aparentemente sanas se lograría el aporte necesario comiendo pescado dos veces por semana".
No obstante, añadió que "ya sea por motivos económicos o por nuestros hábitos culturales, la población argentina no cubre ese mínimo necesario y por eso se recomiendan medidas supletorias, a través de cápsulas de aceite de pescado de origen marino".
Los omega-3 son grasas poliinsaturadas, que a diferencia de las saturadas y las trans, son beneficiosas para la salud: resultan imprescindibles para el normal crecimiento, desarrollo y óptima función del cerebro, corazón y otros sistemas.
Sandra Swieszkowski, secretaria del Comité Ejecutivo de FCA, indicó que "si bien no contamos con un estudio epidemiológico sobre el consumo de omega-3 en nuestro país, por nuestros hábitos alimentarios es muy probable que sea menor al recomendado, que es de dos gramos diarios".
Advirtió que "las poblaciones con menor consumo de omega-3 tienen mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, incluyendo accidente cerebrovascular (ACV), enfermedad vascular periférica y afecciones cardiovasculares”.
En el paciente con triglicéridos altos, se aconseja como medida terapéutica comer pescado tres o cuatro veces por semana, o suplementos de omega-3 en dosis de dos gramos diarios.
Iglesias estimó que "una persona con diabetes necesita dos gramos diario de omega 3 y es importante que sea esa cantidad y no menos, porque existen en el mercado ciertos suplementos que contienen omega-3 pero en dosis ínfimas".
En cuanto a los alimentos fortificados con omega-3, como algunos productos lácteos, Swieszkowski consignó que “ninguna leche alcanza el requerimiento diario total de omega-3 que sí ofrece el pescado como alimento principal o en forma de suplemento”.
Pese a que aún no se conoce con precisión el mecanismo de acción de los omega-3, se cree que se debe principalmente a un efecto antiarrítmico.
Swieszkowski explicó que "esa acción se debería a que estos ácidos grasos forman parte de la membrana celular y contribuyen a su flexibilidad, haciendo más permeable" la función endotelial.
Añadió que "también poseería efectos sobre los niveles de lípidos, la coagulación (hemostasis), la formación de placas de ateroma en los vasos sanguíneos (aterogénesis) y la inflamación".
Las recomendaciones de la American Heart Association destacan que la población aparentemente sana debe comer pescado graso al menos dos veces a la semana, pero se deben hacerlo más las pacientes con triglicéridos altos o con enfermedad coronaria. (Télam).-
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