La Conferencia Episcopal Argentina renueva autoridades el próximo 14 de noviembre. Hay una fuerte pelea entre los llamados "moderados" y el ala dura de la Iglesia para quedarse con el poder. Los candidatos son el obispo de Santa Fe, José María Arancedo, con buena llegada a Casa Rosada y primo de Alfonsín, y el conservador Héctor Aguer, obispo de La Plata.
Estamos en plena carrera electoral, pero los partidos políticos no son los únicos que están en campaña. En el interior de la iglesia católica no tienen mucho que envidiar a los candidatos que compiten en octubre.
La pelea por la sucesión del cardenal Jorge Bergoglio al frente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) recrudeció en las últimas semanas entre los moderados y el ala dura de la institución de cara a la votación de las nuevas autoridades el 14 de noviembre próximo.
Bergoglio, fiel representante del sector más moderado y conciliador de la Iglesia argentina, enfrenta una ofensiva de los más "conservadores" que intentan tener mayor representación en la próxima Comisión Ejecutiva de la CEA.
Fuentes eclesiásticas indicaron a Noticias Argentinas que uno de los que pretende liderar a la Iglesia católica en el próximo período es el Arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer. Sin embargo, muchos de los más de 120 obispos que se recluirán en El Cenáculo de Pilar la segunda semana de noviembre tienen reparos en imprimirle este perfil conservador a la Iglesia.
Aguer es presidente de la Comisión Episcopal de Educación y suele tener pronunciamientos fuertes como cuando describió a la materia escolar bonaerense Construcción de Ciudadanía como "neomarxista y gramsciana".
Los voceros episcopales revelaron a Noticias Argentinas que por sus buenos contactos en El Vaticano, ciudad que visitó frecuentemente durante este año, es el encargado de hacer "lobby" por su postulación en Roma. Su candidatura está apoyada "localmente" por su amigo Esteban "Cacho" Caselli, senador italiano y ex embajador menemista en Roma, y el representante de la santa sede en la Argentina, el nuncio Adriano Bernardini.
Caselli fue protagonista de uno de los episodios más evidentes del último tiempo, cuando envió un correo electrónico a todos los obispos argentinos, en la previa de una Asamblea Plenaria, en el que criticó abiertamente un discurso sobre la droga en la sociedad que Bergoglio había pronunciado unos días antes.
También hay cruces respecto a la postura que debe tomar la Iglesia sobre el aborto, un tema que crecerá en importancia en los próximos meses ante el desembarco en el parlamento de distintos proyectos de ley para despenalizarlo.
El grupo que tiene como referente a Aguer quiere un pronunciamiento expreso en contra de esta posibilidad, pero Bergoglio -si bien ha tenido discursos críticos- en la intimidad acepta que el avance de la sociedad reclama, al menos, tener una discusión sobre la postura de la Iglesia.
El ala conservadora, entonces, intentará predominar en la votación de la 120° Asamblea Plenaria Episcopal de la CEA, que será mediante voto electrónico y hasta que uno de los postulantes logre al menos dos tercios de aceptaciones.
Un candidato con familia política
Más allá de Aguer, uno de los principales postulantes a quedarse con el cargo es el arzobispo de Santa Fe y actual vicepresidente segundo de la CEA, José María Arancedo, quien incluso cuenta con la venia del Gobierno nacional, teniendo en cuenta que todo indica que habrá otros tres años de coexistencia con el kirchnerismo.
Arancedo es primo hermano del ex presidente fallecido Raúl Alfonsín y posee un manejo político más "moderado" que Bergoglio, consideran dentro del Gobierno nacional. Además, conoce a la presidenta Cristina Kirchner, con quien viajó a El Vaticano, invitado para participar de la comitiva argentina que recordó junto al Papa Benedicto XVI la mediación de la Santa Sede en el conflicto con Chile por el canal de Beagle. Según creen en el Gobierno, el actual arzobispo de Santa Fe seguiría la línea del Papa Benedicto XVI, quien marca no inmiscuirse con el poder político.
En este contexto, el sector moderado sumaría otro lugar en el Comité Ejecutivo con la inclusión, como uno de los dos vicepresidentes, del obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, que al igual que el cardenal primado y arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio, tiene una formación teológica fuerte con una profunda vinculación a los problemas sociales.
Lozano, por ejemplo, fue abanderado de los reclamos de los asambleístas de Gualeguaychú contra la instalación de la pastera UPM (ex Botnia) y también en casos como el trágico incendio del boliche República Cromañón. En cuanto a la segunda vicepresidencia, se habría acordado entre los obispos dejársela al sector de Aguer, que de esta forma volvería a ocupar un cargo importante en la cúpula de la Iglesia después de mucho tiempo.
Fuente NA
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff