Como le cuesta al conjunto tucumano imponer su localía. Ayer tampoco pudo y terminó empatando ante Racing de Córdoba. 2 a 2 el resultado final. Vergara y Loeschbor los goles santos , Rivero y Vilchez los tantos de la Academia cordobesa.
Pobre
partido el que jugaron estos equipos en la Ciudadela.
Esa imagen estuvo en la pobreza
futbolística de los dos equipos que protagonizaron el encuentro correspondiente
a una fecha más del Torneo Argentino A división donde se cobijan los clubes de
la tercera categoría del fútbol nacional.
Entonces no
hay que pedir mucho a quiénes juegan fecha tras fecha. Fuerza, revoleos de
piernas y pelota, pocas ideas, nadie que maneje con sutileza el juego y la
creación y goles por errores groseros o casualidades. San Martín y Racing no
fueron distintos y se portaron como fervorosos militantes de esta mediocre
categoría.
El Santo de
Tucumán da la sensación que jugar en casa le pesa más ya que debe ser el
protagonista y no sabe como asumir ese papel. Anoche tuvo enfrente a un equipo
que si sabe muy bien como jugar mal para sacar ventajas. San Martín también le hace honor al Argentino
A. Juega mal pero no sabe cómo sacar
provecho de las debilidades ajenas y del
reglamento como hizo en casi todo el partido su rival.
A los 32
minutos de juego Vilchez metió el primero para la visita, empató Vergara sobre
los 17 del segundo período, volvió a ponerse en ventaja Racing con gol de
Rivero y empató a los 40 Loeschbor. 4 goles que le pusieron algo de emoción a un aburrido partido. Más allá de la ruptura de hinchas con dirigentes, los poco cirujas que llegan a la Ciudadela cada vez son menos.
No va a ser
fácil acostumbrarse a ver partidos tan malos, pero con goles serán menos
tediosos. Ojalá San Martín haciéndolos.
Daniel A.
Villalba
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