En Bulgaria, durante el primer viaje de un jefe de Estado brasileño en el país, la presidente Dilma Rousseff espera ampliar el comercio con los búlgaros. Es acompañado por una delegación de empresarios brasileños.
"Nuestro comercio ha ido creciendo notablemente en los últimos diez años y espero que continúe en este momento. La crisis internacional actual nos impide sacar conclusiones de las cifras de intercambio. Tengo, sin embargo, la determinación de recuperar el terreno perdido, el impulso y el aumento de las oportunidades ".
En 2010, el flujo de comercio entre Brasil y Bulgaria alcanzó EE.UU. $ 147 millones. Este año, hasta el mes de agosto, se produjeron intercambios de EE.UU. $ 113 millones.
En Sofía, capital de Bulgaria, la presidente recibió la orden de Stara Planina, el premio más importante del país, y se reunió con el Presidente de Bulgaria Georgi Parvanov y el primer ministro Boyko Borisov. En el orden del día, fueron temas como la cooperación en la educación, la tecnología de la información, energía y transporte y la intención de estimular la integración del deporte, con miras a los Juegos Olímpicos 2016.
Dilma participa en la clausura del Foro Empresarial Brasil-Bulgaria. Los empresarios de la energía, la aviación, la infraestructura y la agroindustria son parte de la delegación brasileña.
Además de la agenda política y empresarial, el viaje de la presidente tiene un aspecto emocional y familiar, ya que Bulgaria es el país de origen de su padre, Pedro Rousseff. Dilma dijo que estaba "feliz y emocionado" de visita, la primera vez en la nación búlgara.
Hoy la presidente irá a Gabrovo, lugar de nacimiento de Pedro Rousseff, para encontrar familiares. Por la tarde, zarpó a Ankara, Turquía.
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