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La duquesa
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04/10/2011 - El "sí" de la duquesa

Con muchos títulos, dinero y años vuelve a casarse

Se llama María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay, pero el mundo entero la conoce, simplemente, como la Duquesa de Alba.

Dos veces viuda y madre de seis hijos, es la persona con más títulos nobiliarios en todo el mundo (46) y una fortuna que las estimaciones ubican entre 600 y 3.500 millones de euros.

Su apellido le permite, entre otras cosas, no tener que arrodillarse ante el Papa y entrar a caballo en la catedral de Sevilla.

En sus 85 años de vida, las revistas de corazón –en especial las españolas- la tuvieron siempre entre sus páginas por su particular modo de enfrentar la vida, sin dar explicaciones a nadie.

Y ahora volvió al candelero con el anuncio de su próxima boda, prevista para mañana, con Alfonso Díez Carabantes, un funcionario de la Seguridad Social casi veinticinco años menor.

Previsora, la XVIII duquesa de Alba decidió donar parte de su patrimonio a sus hijos antes del casamiento, para que nadie piense que el novio sólo tiene intereses económicos.

El 4 de julio, la duquesa reunió a sus vástagos en el despacho del escribano madrileño Luis Núñez y oficializó cómo será el reparto de su fortuna. Y a pesar de que Díez ya había firmado su renuncia a cualquier bien de la Casa de Alba, recién entonces Cayetana obtuvo el beneplácito de sus hijos para casarse.

"Aún no sé por qué mis hijos ponen dificultades. No hacemos daño a nadie. Ojalá se arreglen las cosas. Creo que sí... Alfonso no quiere nada, ha renunciado a todo. No me quiere más que a mí", había declarado en febrero la novia, que es siete veces duquesa, 22 condesa y 24 marquesa.

Su excepcional vida y su forma de reinterpretar la nobleza la convirtieron en un personaje central en la historia social española de las últimas décadas. De gran carácter, afirmó en varias oportunidades que la verdadera aristocracia reposa en la cultura y que frente a la pasión por el dinero hay que dejarse arrastrar por la pasión de vivir.

Vida en palacio. Cuando nació el 28 de marzo de 1926 en el Palacio de Liria de Madrid, residencia de la Casa de Alba, provocó una mezcla de sorpresa y decepción a sus padres, que esperaban un varón para que se convirtiera en el XVIII Duque de Alba. Cayetana fue bautizada en el Palacio Real y sus padrinos fueron los reyes de España Alfonso XIII y su esposa, la reina Victoria Eugenia de Battenberg.

Antes del nacimiento de Cayetana, hubo 17 duques de la Casa de Alba, incluso desde antes de que Cristóbal Colón descubriera América. Pero sólo tres mujeres lo heredaron por derecho propio y el resto fueron consortes.

Cuanto Cayetana tenía ocho años, su madre murió de tuberculosis y poco después, con el inicio de la Guerra Civil, su padre Jacobo Fitz-James Stuart trasladó a la familia a Londres.

Luego de mantener un breve romance con el torero Pepe Luis Vázquez, que fue vetado por el Duque de Alba, Cayetana fue obligada a casarse con Luis Martínez de Irujo, hijo del duque de Sotomayor, el 12 de octubre de 1947.

Muy alejado del austero casamiento que organiza con su tercer novio, el banquete aquel se celebró en el palacio de Dueñas y hubo 2.500 invitados. Para atender a semejante multitud, cincuenta cocineros trabajaron a las órdenes de veinte chefs y seis jefes pasteleros.

Del cóctel se encargó Perico Chicote, el mejor barman del momento, que contó con la ayuda de cincuenta camareros.

De ese matrimonio nacieron sus seis hijos: Carlos, duque de Huéscar y futuro duque de Alba; Alfonso, duque de Aliaga; Jacobo, conde de Siruela; Fernando, marqués de San Vicente del Barco; Cayetano, conde de Salvatierra; y Eugenia, duquesa de Montoro.

Luego de 25 años de matrimonio, a su marido le diagnosticaron una leucemia de la que no pudo recuperarse.

El 16 de marzo de 1978 Cayetana volvió a casarse. Esta vez escandalizó a la sociedad cuando anunció que el elegido era un ex sacerdote jesuita: el doctor en Teología Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, once años menor que ella. "No había pensado en un segundo matrimonio, pero todo surgió de una forma espontánea. Sentí un gran dolor cuando murió mi primer marido y pensé que nunca más me volvería a casar. Ya no era ninguna niña. Tenía seis hijos. Así que mi matrimonio con Jesús fue un regalo que no esperaba. Nunca pensé que pudiera volver a ser tan feliz", admitió Cayetana.

La pareja se conoció en la casa de los duques de Arión, en Marbella, cuando él era director general de Música del ministerio de Cultura español.

"El primer día que nos vimos nos caímos muy mal. Ella dijo de mí que era como un papel secante y yo pensé de ella que era muy guapa, pero insoportable. Sin embargo, al poco tiempo, nos volvimos a ver en su casa. Cayetana quería continuar con la 'guerra', pero yo la 'ataqué' de un modo inesperado representando la escena del sofá de Don Juan Tenorio", confesó Aguirre.

La ceremonia y la fiesta de boda se realizaron en el palacio de Liria en la más estricta intimidad, con la presencia de los seis hijos de Cayetana y la madre del novio, Carmen Ortiz de Zárate, y unos pocos allegados más.

Previsora, antes de casarse, Cayetana firmó la separación de bienes ante un escribano.

La pareja no tuvo hijos y duró 23 años, hasta la muerte de Aguirre, quien durante todos esos años se declaró profundamente enamorado de su esposa. "Me levanto con el Alba y con la Alba", llegó a decir el ex sacerdote, que murió en 2001.

Por entonces, comenzó la seguidilla de divorcios de sus hijos: Carlos se separó de Matilde Solís; Alfonso, de María de Hohenlohe; Jacobo, de María Eugenia Fernández de Castro; Cayetano, de Genoveva Casanova: y Eugenia, del torero Francisco Rivera Ordóñez. Sólo Fernando permaneció soltero y Jacobo volvió a casarse.

Amor de otoño. En 2008, cuando Cayetana ya había superado los 80 años, comenzaron los rumores de un romance con Alfonso Díez, un funcionario de Estado mucho menor que ella.

Recién el año pasado, la pareja confirmó la relación y hace un par de semanas, acosados por la prensa, anunciaron la fecha de la boda: "Ante las últimas noticias aparecidas en los medios, comunico que mi enlace matrimonial con D. Alfonso Díez será a primeros del mes de octubre", confirmó la duquesa en un comunicado firmado de su puño y letra.

Los padrinos de la boda serán el hijo mayor de la novia, Carlos, y Carmen Tello, una de las grandes amigas de la duquesa y, según el texto, por pedido del novio. Además, aclararon que por "falta de espacio", los invitados serán muy pocos y no habrá "ningún amigo", excepto el médico Trujillo que la operó. Los que no faltarán serán sus hijos "con sus respectivas mujeres actuales, anteriores nueras y mi yerno Francisco".

Papeles en orden. En julio pasado, la duquesa decidió dejar ordenada su multimillonaria herencia: luego de su fallecimiento, la Fundación Casa de Alba pasará en bloque a su primogénito, Carlos, que ya recibe un inmenso latifundio en Córdoba.

Sus otros cinco hijos se quedarán con fincas rústicas, palacios, mansiones y cortijos.

El reparto se realizó mediante una donación escriturada, a través de la cual sus hijos pasaron a ser titulares registrales de sus bienes. No obstante, la duquesa sigue administrando todos sus bienes y sigue como presidenta del patronato de la Fundación Casa de Alba, que gestiona la mayor parte de sus bienes.

Cayetana posee más de veinte castillos repartidos por toda España. Entre ellos se destaca el Palacio de Liria, su residencia oficial, que tiene más de 3.500 metros cuadrados y fue construido a finales del siglo XVIII en pleno corazón de Madrid.

Los Alba también poseen unas 34.000 hectáreas en tierras agrícolas, una importante pinacoteca con obras de Tiziano, Velásquez, Goya, Rubens, Miró y Picasso, y hasta varios documentos firmados por Cristóbal Colón.

Con las propiedades "a salvo", a los hijos de la duquesa no les quedó otro remedio que aceptar al "novio de mamá".

Fuente Gaceta Mercantil

 


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