Al menos 200 policías presentarán su renuncia ante las precarias condiciones en que se desenvuelven en la zona de combate al ilegal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), denunciaron familiares.
La denuncia fue hecha ayer por Clara Casco, hermana de un suboficial de policía abatido por el EPP el 21 de septiembre y quien es además concejala municipal en Horqueta, 430 km. al norte de Asunción, cerca del lugar del incidente.
El EPP atacó una pequeña comisaría y mató a dos suboficiales,
en el tercer incidente de este tipo en los últimos años.
Según la concejala Casco, numerosos policías contactaron con
ella para expresarle su intención de renunciar, tanto por el
peligro que corren como también por los escasos beneficios que
recibirían sus familiares en concepto de indemnización.
Según las denuncias, las comisarías de la zona están
precariamente equipados, mientras los miembros del EPP cuentan
con una logística muy superior a la de los oficiales de policía.
El EPP ya mató desde el 2005 al menos a 13 personas, entre ellas a siete policías.
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