Las autoridades paraguayas comenzaron a aplicar ayer el "rifle sanitario" contra un lote de 820 cabezas de vacunos, de una hacienda donde la semana pasada se detectó un brote de aftosa.
La enfermedad fue encontrada en 13 animales, pero las autoridades aclararon que sacrificarán la totalidad del lote para evitar la propagación del problema.
Maquinarias del ministerio de Obras Públicas abrieron grandes
fosas a donde eran arrojados los restos de los animales
sacrificados.
La matanza está a cargo de 23 efectivos de las fuerzas
armadas que fueron enviados al lugar, la estancia "Santa
Helena", en el departamento (provincia) de Concepción, en el
norte del país.
Paraguay figura actualmente entre los diez principales países
exportadores de carne, pero tras la aparición de la aftosa el
propio gobierno de Asunción suspendió la exportación del
producto.
A su vez, varios mercados compradores comunicaron la suspensión de la compra de carne paraguaya, situación que se estima durará entre tres y seis meses antes de su normalización.
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