16/09/2011 - Escribe María Mercedes Villalba

Cuando menos se lee

"Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído". Jorge Luis Borges (1899-1986).

Cuando tenía 16 años me dispuse a leer Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Un amigo de mi papá me regaló una edición muy antigua con la hojas amarillas por el paso del tiempo. Ese libro causó una tremenda impresión en mi vida, recorría las páginas entretenidamente tratando de hilar la historia de cada personaje con cuidado para no perderme en la genealogía de los Buendía. Me imaginaba cómo podía ser Macondo y me deslumbraba la hermosura de Remedios la bella. Pienso en esos instantes de lectura y me asombro de lo que puede hacer un libro al contarme una historia sin necesitar nada más que mis pensamientos.

Se que la literatura es cuestión de gustos, sin embargo no solo es notable la falta de lectura literaria, sino la carencia de lectura en general que tienen muchísimos jóvenes. No leen simplemente porque ‘’no les gusta’’ o porque quizás nunca conocieron la lectura. Tuve la oportunidad de presenciar clases escolares de Lengua y Literatura, pero con tristeza noté que las escenas de lectura eran nulas, aunque en esta materia resulte sobre todo una paradoja. Los padres se quejan si a los chicos les piden libros en la escuela, y estos suelen preguntar ‘’¿Es mucho para leer Profe?’’ … Y es que el libro debe convivir y hasta luchar contra tantas cosas actualmente, la televisión, los videojuegos e Internet son sus más poderosos contrincantes. No pienso que estos divertimentos no sean buenos, pero porqué los libros no forman parte de los entretenimientos cotidianos de los chicos. Es una problemática que con el tiempo se va naturalizando, tanto que es normal no leer y ser un lector actualmente es formar parte de una minoría, por lo tanto encontrar un joven que lea es todo un hallazgo de los nuevos tiempos. 

La lectura de cualquier tipo tiene tantos beneficios. La literatura nos despierta la imaginación y la creatividad con ella viajamos a mundos imposibles. La historia nos hace comprender el porqué de muchas situaciones que se viven ahora. Los diarios y periódicos nos informan nos hacen saber qué pasa aquí o allá lejos.

Cualquier otro tipo de lectura puede dejarnos una enseñanza, porque la lectura concentra un poder escondido que al encontrarlo puede incluso modificar el curso de la vida, pero creo que lo más importante es que nos permite mirar al mundo de forma más crítica y autónoma. Leer nos hace pensar y crecer, nos llena de experiencia para ser libres,

María Mercedes Villalba