El ministerio de Salud Pública afronta desde ayer una renuncia masiva de médicos en los hospitales públicos, disconformes con la remuneración que reciben y las condiciones de trabajo.
Al menos 200 médicos de distintas especialidades renunciaron hasta el momento y se iban sumando otros, entre los cuales figuran anestesiólogos, ginecoobstetras, pediatras, cirujanos y clínicos.
Para no afectar el servicio a la población, los renunciantes
anunciaron que no se retirarán de inmediato sino dentro de 30
días.
Los médicos denunciaron bajos salarios, guardias prolongadas
y escasa remuneración por horas extras.
La ministra de Salud, Esperanza Martínez, anunció que hará una propuesta a los médicos para tratar de superar la situación.
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