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AMPLIARLiliana Rojas docente y gremialista del SADOP

Entre la docencia y la política

“Como docentes tenemos que participar en política porque es la única manera de que se produzcan los cambios”, comentó Liliana Rojas docente y gremialista del SADOP. Peronista de cuna, Lilí, como la conocen sus amigos, en diálogo con TucumánHoy, contó parte de su experiencia en el aula.

 “Mi labor docente comenzó antes de ser maestra, en un jardín de infantes que tenía la Liga de Madres de Familia en la Capilla Santa Rosa de Lima. Fue una gran experiencia porque era trabajar no solo con los niños, sino también con las madres y la comunidad”, comentó Liliana Rojas, dirigente gremial histórica del SADOP Tucumán. En diálogo con TucumánHoy habló sobre su función en el aula y cómo articuló la docencia con la política. 

“Luego rendí un concurso, para trabajar en la zona rural, que aprobé con diez, pero mi familia no estaba muy de acuerdo con que viva sola en el campo, entonces comencé a trabajar como maestra de grado en el colegio Monserrat, con alumnos de cuarto a séptimo grado. Tuve poca experiencia con los de primer ciclo, siempre me gustó enseñar a chicos más bien grandecitos”. 

¿Cómo te sentías frente al aula?

Siempre consideré a la docencia como una gran responsabilidad, una vocación. Enseñar no se reduce a transmitir meros conocimientos, sino que tenemos la gran responsabilidad de formar personas, transmitir nuestro acerbo cultural. 

Entre la docencia y la política 

“Siempre tuve una vocación política sindical, lo cual me permitió acercarme, primero a AGET y luego a SADOP. De esta manera comencé a sentir que uno defiende los derechos de los compañeros, pero también ejerce un rol docente enseñándo al otro cuáles son sus derechos para que puedan defenderlos”, contó. 

¿Cómo llegaste al peronismo?

Vengo de cuna peronista, fundamentalmente por mi padre. Recuerdo cuando por cadena nacional se transmitió la muerte del General Perón, los dos lloramos juntos, yo solo tenía trece años. Mis padres me fueron transmitiendo lo que había significado el peronismo para la Argentina, cosa que viví en carne propia, ya que vengo de una familia muy humilde, un padre que era ferroviario y una mamá ama de casa, ninguno tenía estudios secundarios, sin embargo sus hijas pudimos hacer el secundario y llegar a la universidad, lo que se conoce como la movilidad social. 

Lilí, como la conocen sus amigos, se recibió en 1980, en 1991 sacó la licencia gremial. Una época de transición política: fines de la dictadura y comienzos de la democracia, Alfonsín y Menem. De aquellos años recordó que “estaba enseñando en cuarto grado. Era durante la dictadura, en ese momento les explicaba a mis alumnos quien era Bussi y lo que significaba el proceso para nuestro país. Vino una mamá a quejarse con la directora, que para mi fue una gran maestra de la vida, Ángeles Torres Manzano. La señora decía que yo estaba transmitiendo ideología a los chicos. Con buen criterio la directora le explicó que solo decía lo que estaba sucediendo en ese momento, una realidad de la que muchos no se animaban a hablar”. 

Respecto al compromiso político del educador, opinó que “tenemos que formar al alumno íntegramente y la política es parte de nuestra vida. Los docentes debemos entender que todo lo que pasa es política, tanto el aumento del pan, exportación de granos, si tenemos que elegir presidente, si decidimos participar en un campeonato de fútbol, todo es política. Mi generación estuvo muy reprimida y no se nos permitió ese tipo de participación. Es fundamental preparar ciudadanos para que participen de la vida política, como docentes tenemos que participar porque es la única manera de que se produzcan cambios”. 

Sebastián Ganzburg