La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, encabezó ayer el acto de conmemoración del día de la Independencia, en el que desfilaron efectivos de las Fuerzas Armadas ante miles de espectadores que se dieron cita en la avenida principal de Brasilia.
Ex prisionera durante la dictadura (1964-1985), Rousseff, que asumió el gobierno en enero, presidió por primera vez el desfile militar realizado en la Explanda de los Ministerios de la capital brasileña, bajo un sol intenso.
La presidenta, con su nieto Gabriel en brazos, observó el
paso de las tropas y del campeón mundial de natación César
Cielo, que portaba la antorcha que simboliza el patriotismo.
Un grupo de manifestantes, algunos de ellos con narices de payasos, realizaron hoy una protesta en Brasilia y Sao Paulo contra la corrupción, luego de que cuatro ministros de Rousseff renunciaran a sus cargos, la mayoría de ellos envueltos en sospechas de irregularidades con fondos públicos.
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