Ayer en el Monumental se enfrentaron por una fecha de la B Nacional Atlético Tucumán y Gimnasia y Esgrima de Jujuy. La victoria por 2 a 0 fue para la visita que aprovechó con justeza las ocasiones para convertir y se quedó , como en casi todos los encuentros que jugó con los tucumanos, con el triunfo. Pirchio y Luna los goles.
Jorge Solari y sus muchachos escucharon ayer los primero silbidos de reprobación por el juego mostrado en el propio estadio decano.
Gimnasia de Jujuy, de la mano de Salvador Ragusa (archiconocido de los tucumanos), le metió un gol en menos del primer minuto de juego y desarmó la voluntad y el juego que Jorge Solari quiso que su gente pusiera en la cancha.
Apenas 50 segundos de juego y el atacante jujeño Marcos Pirchio metió la pelota entre las piernas de Ischuk para gritar el primer gol de la tarde calurosa en todos lados. 1 a 0 y desconcierto en la mayoría de los hichas decanos y alegría en los pocos seguidores del Lobo que se llegaron a 25 de Mayo y Chile.
Ragusa mandó a su gente a apretar a todos los rivales. Inoperancia en los carrileros del conjunto se Solari que junto a los volantes centrales observaban de atrás a los rivales que pasaban a gran velocidad encaminados hacia el arco del buen arquero, pero en desgracia, Ischuk. Esto sumado a la lentitud de los defensores daba la sensación que sería una tarde tranquila para la visita.
Así fue. El Lobo jujeño jugó con mucha concentración, no se desordenó nunca, supo tratar la pelota cuando la tuvo y rescatarla cuando la perdió. Así controló las acciones desfavorables y llevó algo de peligro al arco decano.
Sobre los 40 minutos un tiro libre de Jorge Luna puso la pelota, que se desvió en un defensor, en el fondo del arco de local y el 2 a 0 quedó en el marcador hasta el final del partido.
En el segundo tiempo Ragusa mandó a sus hombres a regular el aire, los mando unos metros más atrás y dejó , por momentos, la iniciativa en los pies del local. Pero este sin ideas terminó perdiéndose en su ya conocida inoperancia para crear y definir.
Solo Luis Rodríguez se rescata en el desempeño de la gente de Atlético Tucumán . El Pulguita si ser el de hace unas temporadas fue el único que buscó y quiso jugar con algún criterio fútbolístico. Sus compañeros al igual que Jorge Solari se quedaron detrás de la puerta, encerrados en sus propios desconciertos y terminaron perdiendo justamente.
El Lobo jujeño volvió a mostrar sus dientes y dejó al decano llorando una nueva derrota. Por lo menos no se le faltó el respeto al padre.
Daniel A. Villalba
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