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AMPLIAREl uso de computadoras personales en las escuelas plantea al docente un cambio en su enfoque pedagógico

Destacan la importancia del docente en implementación de las TIC

El uso de computadoras personales en las escuelas plantea al docente un cambio en su enfoque pedagógico dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje y lo convierte en un actor central para la implementación de las nuevas tecnologías.

No obstante, y luego de la propia capacitación y preparación de las condiciones básicas técnicas para llevar adelante los nuevos programas, el docente requiere a la vez del compromiso de las autoridades de las escuelas. 

En tanto hay otros factores extra escolares, que son sociales y escapan al docente, que completan el escenario en el que se plantea el uso masivo de las netbooks como una herramienta democratizadora del conocimiento, que tiene el fin de igualar oportunidades y de elevar la calidad de la educación. 

Estos programas nacionales están orientados a las escuelas secundarias, especiales e institutos de educación terciaria, y algunos de alcance local, se aplican en los niveles primarios. 

"El rol del docente es clave en la transformación que trae la tecnología a la escuela; se pasa de un modelo donde el docente tiene rol de transmisor de los conocimientos con la típica clase magistral, a ser facilitador de los aprendizajes", aseguró a Télam la especialista en educación y tecnología Paula Pérez. 

A su vez, destacó que "los equipos directivos tienen también un papel clave para lograr estos cambios, porque sin su apoyo los docentes pueden hacer muy poco". 

"Una estrategia muy potente para la integración de las TIC al aula, son los proyectos colaborativos que invitan a docentes y alumnos a trabajar en una secuencia didáctica donde prevalece el trabajo conjunto". 

Para Pérez, quien participó de una investigación sobre las experiencias de los últimos 20 años en el uso de tecnologías en educación en América Latina, "el desafío mayor que se enfrenta es lograr que esas tecnologías se usen con sentido". 

"Para eso -enfatizó- es necesario que la formación que adquieran los docentes y que en algunos casos ya tienen se transfiera al aula, es decir, que los docentes puedan `enseñar` con TIC". 

Esa enseñanza "es algo que la mayoría de los docentes no tuvo cuando recibió su formación inicial, porque era un escenario totalmente distinto", expresó y señaló que para esto "es importante considerar a los docentes que están en formación, no sólo a quienes ya se encuentran en servicio". 

A partir de la investigación que realizó Pérez con Micaela Manso, Marta Libedinsky, Daniel Light y Magdalena Garzón, que se volcó en el libro "Las TIC en las aulas, experiencias latinoamericanas", la experta destacó que "en la mayoría de los países latinoamericanos sigue siendo la escuela el principal lugar de acceso a las TIC". 

En este sentido "hay detrás de estas iniciativas importantes razones de equidad". 

Con respecto a la marcha de los proyectos tecnológicos en América Latina, dijo que "existen varios países que están implementando el modelo 1 a 1, es decir, aquel que involucra una computadora por alumno y una experiencia de aprendizaje personalizada en un contexto de conexión inalámbrica y acceso continuo a Internet". 

Entre algunos de esos países nombró a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay, que se encuentran en diferentes grados de avance y con capacitación docente y recursos a los docentes para que se implementen en el aula. 

De la investigación surge que "no existen aún estudios de impacto porque son experiencias muy recientes, aunque en algunos lugares se ha hecho algún estudio". 

"Si hay un consenso generalizado acerca de que no basta repartir computadoras y dar conexión a Internet, sino que es un proceso mucho más complejo", enfatizó y recordó que en Argentina, existen varias iniciativas. 

Entre ellas está el Proyecto Conectar Igualdad que lidera el Ejecutivo Nacional; Inclusión Digital Educativa, del Ministerio de Educación de la Nación; San Luis Digital, del gobierno provincial; Plan Integral de Educación Digital de la Ciudad de Buenos Aires; el Programa Joaquín V. González de La Rioja, y el Programa Conectándonos al futuro, de la municipalidad de Comodoro Rivadavia. (Télam)