La ocupación de la sede del Ministerio de Educación de Chile, protagonizada por medio centenar de estudiantes, culminó ayer sin detenidos. El grupo, que se alojó en la oficina del ministro de Educación, Felipe Bulnes, abandonó el lugar en forma pacífica tras negociar con efectivos de la policía.
Los estudiantes, universitarios y secundarios, protestaron contra la reunión que sostendrán el sábado dirigentes del movimiento estudiantil y el presidente Sebastián Piñera, en La Moneda, sede del gobierno.
También exigieron la renuncia al general director de
Carabineros, Eduardo Gordon y al ministro del Interior, Rodrigo
Hinzpeter, al que calificaron de "asesino" por la muerte de un
menor de 16 años a manos de la policía, la semana pasada, cuando
culminaba un paro nacional convocado por trabajadores.
El Ministerio de Educación aseguró que los manifestantes
echaron abajo todas las puertas de acceso del lugar, quebraron
vidrios y destrozaron la puerta del gabinete ministerial.
La vocera de la acción de protesta señaló que el objetivo de
la toma es hacer público que no se sienten parte de las
negociaciones entre dirigentes de la Confederación de
Estudiantes de Chile (Confech) y el Gobierno.
"La Confech está liderada por partidos políticos y pretende arreglar el conflicto dándose la mano con los políticos, mientras los colegios que están movilizados en la periferia, no tienen ni voz ni voto en las decisiones", sentenció.
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