Seis estudiantes chilenos depusieron la huelga de hambre que mantenían hace dos y tres semanas, tras presentar deshidratación, dolores abdominales, bronquitis y otras descompensaciones.
El viernes, cuatro alumnas debieron ser internadas en la Posta de Urgencia por deshidratación, pero volvieron a sus establecimientos para sumarse a la medida que mantienen unos treinta jóvenes en el marco del conflicto estudiantil.
La cifra es fluctuante, porque mientras algunos dejan la
medida, otro se suman.
Es el caso de la Región de La Araucanía, donde tres alumnos
de la Universidad Católica de Temuco se sumaron a otros nueve de
la Universidad de La Frontera que llevan dos semanas en ayuno.
Los dirigentes de los estudiantes secundarios se encuentran
reunidos en Copiapó, 800 kilómetros al norte de Santiago, para
definir cómo sigue el movimiento y si aceptan o no la mesa de
negociaciones a la que convocó el Parlamento.
La Confederación de Estudiantes universitarios ratificó el sábado el llamado a un paro para el 18 de agosto y rechazó sentarse a una mesa de diálogo con el Parlamento hasta que el gobierno no se pronuncie sobre una nueva propuesta.
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