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AMPLIARLa oposición chilena a la salida de La Moneda

Oposicion chilena plantea la convocatoria a un plebiscito

Los presidentes de los partidos por la Democracia (PPD), Socialista (PS) y Radical (PRSD), integrantes de la opositora Concertación, se reunieron este viernes con los ministros políticos del gobierno de Chile y respaldaron la opción del plebiscito como salida al conflicto educacional, para el que los estudiantes están juntando firmas.

Tras el encuentro en La Moneda con los ministros Cristian Larroulet, secretario general de la Presidencia; el vocero Andrés Chadwick y el de Interior, Rodrigo Hinzpeter, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, afirmó que se trató de "una conversación sobre reformas políticas".

"Una democracia moderna admite, con toda certeza, la incorporación de mecanismos de consulta ciudadana, entre los cuales proponemos que el plebiscito sea central", dijo Andrade, citado por radio Cooperativa, que hizo este planteo a los ministros junto a Carolina Tohá, titular del PPD y José Antonio Gómez, del PRSD.

Agregó que "le hemos señalado al gobierno, en lo puntual, que nos parece que (el plebiscito) es un buen mecanismo para dirimir lo que está sucediendo en materia de educación".

Ante estos planteamientos, "el gobierno nos señaló que quiere enfrentar este debate sin ningún veto ni exclusión. Por eso nos ha parecido una buena reunión", señalo el diputado Andrade.

En los últimos días los ex presidentes de la Concertación, Ricardo Lagos y Eduardo Frei, señalaron por separado, como recordó la agencia DPA, que "los tiempos han cambiado" y "Chile está al borde de la ingobernabilidad", tras el despliegue de miles de policías que hizo el Ejecutivo para reprimir dos masivas marchas realizadas en la última semana, que dejaron un saldo de 1.270 detenidos.

Además, los estudiantes, que en la última de esas marchas de protesta dijeron no querer "un cambio de ministros sino de sistema" educativo, lanzaron una página web "La Mayoría Decide", para sumar firmas a favor de la realización de un plebiscito.

Sebastián Piñera, con el nivel más bajo de aprobación de un mandatario desde la recuperación de la democracia (26%, según las últimas encuestas) y una Concertación no menos golpeada (entre el 17 y 20% de apoyos), buscan con no pocas contradicciones una salida para la crisis de representatividad política que vive el país trasandino.

Por eso, Chadwick, vocero y primo del presidente Piñera, aceptó, tras la reunión de hoy con los líderes de la oposición, que "todos estamos afectados por igual" y éste "es un desafío muy importante para nuestras instituciones".

Sin embargo, sobre el tema del plebiscito, el presidente del partido de Piñera, Renovación Nacional (RN), el senador Carlos Larraín, dijo el lunes pasado a radio Agricultura que esa consulta sería "peligrosísima".

"Es peligrosísimo, una cosa disolvente, claramente subversiva, no está en el sistema legal, no está en el sistema constitucional salvo en un sentido muy estrecho”, advirtió el timonel de RN, y exclamó, entre indignado e irónico, que “podríamos pedirle asesoría a (el presidente boliviano) Evo Morales o al propio (mandatario venezolano Hugo) Chávez”.

Larraín agregó que “al gobierno no le va a doblar la mano una manga de inútiles subversivos", algunos de los cuales están en el Congreso, aunque dijo saber que "hay personas de la Democracia Cristiana que no están en esa postura".

En la vereda opuesta, los estudiantes, cuyas demandas de educación pública gratuita concitan un apoyo del 80%, están dispuestos a mantener su movilización por meses, a las que se han sumado trabajadores, pobladores mapuches, de callampas (villas miseria), ambientalistas y jubilados.

La líder estudiantil Camila Vallejo, de 22 años, del Partido Comunista, convocó hoy a protestas de distinto tipo para el fin de semana, una nueva marcha para el jueves próximo y su adhesión a la huelga general convocada para los días 24 y 25 de agosto por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

La meta de los jóvenes es llegar movilizados al 11 de septiembre, aniversario del golpe militar en 1973 del dictador Augusto Pinochet, quien instaló el actual modelo educacional y político, en que la educación universitaria pública es costosa y pagada mensualmente, además de gran parte de la enseñanza primaria y secundaria.

Un modelo educativo que no fue modificado hasta el día de hoy, tras más de dos décadas de democracia, y cuyo primer estallido se produjo en 2006, bajo el gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet.

Pero este sistema educativo coincide con la persistencia de un modelo constitucional y electoral también heredado de la dictadura, que no contempla las consultas ciudadanas, impide la representación proporcional en el Congreso, la elección de autoridades regionales y obliga a la inscripción voluntaria en padrones para poder votar.

Por eso, unos cuatro millones de jóvenes no están inscriptos en los registros electorales y no pueden votar. Ellos son gran parte de los movilizados en las protestas de los últimos tres meses, según DPA.

Por ello, Chadwick comprometió urgencia para los proyectos educativos y reconoció la necesidad de impulsar reformas políticas.

"No es suficiente con lo que hay", reconoció.