AMPLIARQuema de cañaverales

08/08/2011 - Un problema de todos los años

Quema de cañaverales: cortes de luz, cenizas y problemas respiratorios

A varios productores cañeros el problema ambiental y los daños respiratorios que causan, los tienen sin cuidado. Si bien, bajó notablemente la cantidad de cenizas que cayó este año respecto a anteriores, todavía esa arcaica práctica persiste. Los controles estatales brillan por su ausencia.

Ayer, sin ir más lejos, debido a la irresponsabilidad de algunos, alrededor de 150 mil tucumanos se quedaron sin luz. Los cortes se produjeron alrededor de las 13.20 y se prolongaron durante una hora y media aproximadamente. 

El fuego afectó las localidades de San Javier, Cevil Redondo, Tafí Viejo, Los Pocitos, Las Talitas, Los Nogales, El Cadillal y Raco. 

De a poco se fue restituyendo el servicio, indicaron desde la empresa distribuidora de energía eléctrica, pero la situación puede repetirse si no se controla la quema de cañaverales, advirtieron. 

"Desde Transnoa nos informaron que el fuego en una finca de Leales sacó de servicio una línea que viene de la estación transformadora Tucumán Oeste (que viene desde el Camino del Perú), y que dejó sin suministro a parte de Yerba Buena", dijo, en representación de EDET, Carlos Roldán.

La estación Tucumán Norte, desde la que parten las líneas que van hacia Metán, también resultó afectada, con lo que la zona norte de la provincia estuvo sin energía, al igual que la estación de Cevil Pozo.  

Además, durante el fin de semana, sobre todo el domingo, no pararon de llover cenizas. Más aún, en el sur de la ciudad. Por supuesto que la mayoría de los tucumanos contentos por tanta alergia. Estornudos y picazón de garganta, los síntomas más frecuentes. 

También se alegraron quienes limpiaron los patios el día anterior, como quien suscribe. A la mañana siguiente todo negro. 

Desde UCIT, en vez de hacerse cargo, aseguran que los cañeros no son los responsables y acusan a vándalos por esta situación. 

Por su parte los controles estatales, al parecer, brillan por su ausencia. 

Sebastián Ganzburg