El juez Daniel Bejas, a cargo del Juzgado Federal Nº1, elevó a juicio oral una causa contra los ex militares Luciano Benjamín Menéndez, Antonio Domingo Bussi y el ex comisario Miguel Angel Moreno por delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno de facto. Es por el secuestro y tortura de Emma del Valle Aguirre.
En esta causa, Bussi y Menéndez están acusados por los delitos de violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad con apremios y vejaciones, y tormentos en perjuicio de Emma del Valle Aguirre.
También se encuentra imputado el ex comisario Miguel Angel Moreno, por los delitos de asociación ilícita agravada y tormentos.
Los hechos
El 17 de febrero de 1977 un grupo de personas vestidas de civil y encapuchadas irrumpieron en el domicilio de Emma del Valle Aguirre, volteando la puerta a patadas y llevándose a la nombrada vendada y atada de manos con alambres, haciéndola subir a una camioneta.
La trasladaron a una habitación, donde la interrogaron sobre si conocía a Juan Giménez, Simón Campos, Juan Rodríguez, a un tal Ricardo Rodríguez y a los hermanos Argañaraz. Al contestar la víctima negativamente, la tildaron de mentirosa y de guerrillera.
Luego la llevaron a otra habitación donde, la acostaron en una cama con cinchones de metal, la torturaron, atándoles los pies y manos con alambres. La picanearon, quemándole los senos, los pies, la boca, las axilas, colocándole simultáneamente a los golpes de corriente, una botella de vidrio con agua en la boca.
Posteriormente la llevaron a una habitación donde permaneció en el piso, sobre una manta o una lona. Escuchó las torturas que se propiciaban a otras personas durante toda la noche. De repente, alguien se identifica como Ángel, y le dice que estaba herido en la cabeza. Además le comentó que allí se encontraba Juan Rodríguez con su hijo, y que había dos chicos más de apellido Argañaraz.
Por conversar, Aguirre recibe un golpe en la cara por parte de los guardias. Más tarde la llevaron a la “cucha”, lugar en donde eran depositados después de la tortura.
La señora fue torturada en varias oportunidades, estando embarazada, manifestando que su hija nació prematura. Una noche, la víctima pudo escuchar una voz potente que daba las órdenes y manifestaba los golpes de corriente que debían darle, en un momento se le desató la mano izquierda que estaba atada con alambre a la cama y se le cayó la venda de la cara, pudo ver que era Bussi, también reconoció que quien le ponía la botella de agua en la boca, era el Comisario de León Rougés de apellido Moreno.
A los presuntos responsables también se les imputa el hecho de haber participado como miembros dentro de un plan de represión que, presidido por las Juntas Militares, se ejecutó a través de la estructura Militar de las FF.AA., con un gran número de participantes, entre autores directos, cómplices múltiples, agentes del Gobierno, fuerzas de seguridad y organismos Gubernamentales de aquella época. Los hechos imputados y descriptos en la indagatoria configurarían el contexto de un crimen de lesa humanidad tipificado por el Derecho Penal Internacional.
De esta manera, los hechos descriptos se llevaron a cabo bajo las órdenes de Luciano Benjamín Menéndez, en su condición de Comandante del III Cuerpo del Ejército, de Albino Mario Alberto Zimmermann en su condición de Jefe de la Policía, Bussi como gobernador de facto y del Comisario Miguel Angel Moreno quien fuera Jefe de la Comisaría de León Rougés hasta el 14 de septiembre de 1976
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