El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, afirmó ayer que la economía de su país está en condiciones de asimilar una las consecuencias de una crisis global en caso de que Estados Unidos declare el default de su deuda.
"Brasil es un de los países mejor preparados para enfrentar las posibles derivaciones de esta crisis", aseguró el funcionario.
Brasil es titular de más de 200.000 millones de dólares en
títulos de la deuda norteamericana, por lo cual es uno de los
mayores acreedores de Estados Unidos.
El presidente estadounidense Barack Obama negocia un acuerdo
con el Congreso para que se autorice la elevación del techo de
la deuda y si fracasa podría entrar en cesación de pagos.
Si eso ocurre es "probable que haya una fuga" de capitales
"hacia Estados Unidos" porque "curiosamente" los inversores
buscarán escapar al "riesgo" que se extenderá en la economía
mundial, sostuvo Mantega.
"Pero yo no creo que eso ocurra, creo que va a prevalecer el sentido común" y Estados Unidos resolverá el impasse sin llegar al default, previó el funcionario del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
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