La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, celebró ayer que Brasil se convertirá en el sexto país con submarinos a propulsión nuclear, al considerar la cuestión estratégica para la soberanía nacional y la custodia de los yacimientos petroleros offshore.
"Brasil será parte del pequeño grupo de países que tienen conocimiento y tecnología para construir submarinos. Es una gran ventaja para nuestra defensa. Solamente China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia tienen ese dominio. En breve, Brasil estará en esa lista", dijo Rousseff.
En su programa radial semanal "Café con el Presidente",
Rousseff comentó la inauguración realizada el sábado de la
primera fase del primer submarino construido en Brasil luego del
traspaso de tecnología realizado por Francia, en base a un
acuerdo de 2008.
"La capacidad de producir submarinos es un factor
estratégico, tanto para la defensa del país como para el
crecimiento económico", afirmó la mandataria.
En 2016 estará terminado el primer submarino de fabricación
brasileña y se prevé que tres ó cuatro años después se logre el
quinto submarino, a propulsión nuclear.
La inversión es de unos 4,5 millones de dólares y los
primeros cuatro submarinos convencionales serán construidos por
la empresa Itaguaí Construcciones Navales, creada por la privada
Odebrecht y la francesa Direction des Construtions Navales et
Services (DCNS), con participación de la Marina brasileña.
Paralelamente Brasil concluyó el ciclo de enriquecimiento de
uranio, lo que generará el combustible nuclear para el motor del
submarino a propulsión atómica destinado a patrullar los 8.000
kilómetros del litoral brasileño.
Allí el gobierno deposita gran parte de la estrategia
económica a futuro, porque se encuentran las reservas submarinas
de petróleo halladas en 2007 con la que pretende convertirse en
uno de los diez mayores exportadores de crudo en los próximos 50
años.
"Estos submarinos nos ayudarán a cuidar esa riqueza", dijo
Rousseff.
Recordó que el acuerdo firmado entre el ex presidente Luiz
Lula da Silva y el jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy,
prevé que Brasil pueda recibir el conocimiento para poder
fabricarlos en sus astilleros.
"Después de hacer los cuatro a diesel, estaremos listos para
desarrollar el submarino movido a energía nuclear", afirmó la
mandataria.
En ese sentido, sostuvo que la intención de impulsar a la
industria naval militar es "desestimular cualquier espíritu de
agresión".
"Brasil es pacífico, nuestras marcas son la paz y el diálogo,
pero soberanía es soberanía, porque la principal vía de
circulación de nuestro comercio exterior es el mar y no podemos
olvidarnos del petróleo submarino, una riqueza incalculable que
precisa ser protegida como un tesoro", destacó.
Y elogió el submarino a propulsión nuclear porque podrá
permanecer meses en operación.
Cada submarino tiene 36 ítens producidos por 30 empresas brasileñas para lo cual, según Rousseff, se requerirá cada vez más de mano de obra calificada. "En la fase del submarino en sí, cada uno requerirá 2.000 empleos directos y 8.000 indirectos", detalló.
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