Un día después de la reunión entre el presidente norteameriano, Barack Obama, y en Dalai Lama del Tibet, China mantuvo hoy alto el tono de las protestas y acusó a Estados Unidos de "graves interferencias" en sus "asuntos internos".
Pekín, en efecto, convocó al encargado de negocios estadounidense, Robert S. Wang, para realizar una "solemne protesta", afirmó el Cotidiano del Pueblo, el diario del Partido Comunista Chino, en su página web.
Al recibir a Wang, el viceministro de Exteriores Ciu Tiankai, afirmó que Pekín está "indignada" por esa reunión.
El director de la oficina de los portavoces del ministerio de Exteriores, Ma Zhaoxu, acusó en un comunicado difundido en las primeras horas de la mañana en Estados Unidos de haber "duramente interferido en los asuntos internos de China".
El vocero agregó que en el encuentro tuvo un impacto "negativo" en las relaciones entre los dos países, "dañadas" por la acción de Obama.
Además, Zhaoxu dijo que el Dalai Lama "por un largo tiempo usó la bandera de la religión para llevar adelante actividades separatistas".
Por otra parte, en la Web, controlada estrictamente por el gobierno, fueron publicadas declaraciones de "indignación" de parte de supuestos ciudadanos chinos.
Uno de estos afirmó que, como respuesta, China debería "recibir a exponentes de Al Qaeda", la red terrorista responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La polémica entre Estados Unidos y China se reaviva en un momento complicado porque el gobierno chino es uno de los principales tenedores de títulos de deuda pública estadounidense y corre grandes riesgos financieros si el Congreso norteamericano no encuentra un acuerdo económico.
Ayer, Obama recibió al Dalai Lama y mantuvieron una reunión por aproximadamente 45 minutos.
El presidente de Estados Unidos reclamó el respeto de los derechos humanos de los habitantes de Tibet, pero se expresó contrario a una eventual independencia de la región y alentó "un diálogo directo" con el gobierno central de China.
Durante la reunión, Obama expresó "su fuerte apoyo por la preservación de las tradiciones religiosas, culturales y lingüísticas únicas" del Tibet y pidió "proteger los derechos humanos" de sus habitantes, indicó un comunicado de la Casa Blanca.
La región autónoma y otras zonas con población tibetana están aisladas desde el 2008, cuando se registraron varias protestas contra el gobierno de China, algunas de las cuales fueron reprimidas.
Desde hace tiempo los tibetanos en el exilio denuncian centenares de arrestos y condenas, en algunos casos a muerte, de monjes y activistas tibetanos.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff